El milagro de Dulces Galicia-El Toro

Por: Eduardo Estévez, director de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL)
Familia Dulces Galicia
De izquierda a derecha, Ávaro Galicia, director Comercial y Marketing de Dulces Galicia-El Toro; Ana Pascual, directora general; Diego Pascual, director de Producción; y Carlos Pascual, presidente, durante la celebración del 175 aniversario de la empresa en Tordesillas (Valladolid).

175 años ha cumplido la familia Galicia dirigiendo Dulces Galicia-El Toro. Carlos, Ana, Álvaro y Diego, mucha enhorabuena. Aunque algo de mérito tienen las generaciones que os preceden, algo habrán hecho bien para haber logrado pasaros el testigo en nuestros días. ¿Milagro? Pues sí, porque las estadísticas de supervivencia de la empresa familiar así lo indican. Apenas el 1% de las empresas familiares superan los 50 años, así que es una especie de milagro. Dentro de lo complicado que es la sucesión en la empresa familiar, la buena noticia es que sí que es posible superar los retos que exigen las distintas generaciones, como lo ha conseguido la familia Galicia, y lo que queda.

Hace muy poco la familia quiso compartir el aniversario con todo su equipo y tantos amigos, en su Tordesillas natal. El marco, espectacular: las Casas del Tratado. El acto, conducido con maestría por Miguel de Lucas, puso de manifiesto algunos de los hitos que han llevado al éxito a Dulces Galicia-El Toro:

1-. Capacidad de trabajo. Nada se consigue por arte de magia, sino con esfuerzo y empeño. Horas y horas, de nuevo la meritocracia al poder.

2-. Calidad en la materia prima. Sus polvorones y dulces son de primera porque sus productos son excelentes. Han sido capaces de continuar siendo artesanos utilizando los procesos y la innovación adecuada.

3-. La fábrica nueva parece una catedral, que da sombra a la curva de la autovía de Castilla que rodea el pueblo; porque la tradición no está reñida con la tecnología.

4-. Simpatía y humildad. Carlos y familia son un tesoro. Allá por donde van se hacen querer. Son los intangibles que tanto valen: las personas.

5-. Nadie puede con ellos. Guerras, pandemias, ecologistas de pago y allá siguen. Peleones como los que más. Genios del marketing que no priorizan el relato para defender su producto y visión.

Y es que Dulces Galicia-El Toro es una empresa de las grandes. Nos enseña el camino a empresas pequeñas de tamaño pero grandes en valores y en lo que hacen. La familia Galicia representa lo más sagrado de la empresa familiar: apuesta por el largo plazo, amor por las cosas bien hechas y unidad familiar. Gestión en valores, en una palabra. Carmen San Martín, vicepresidenta de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL), quiso subrayarlo en su intervención: “los empresarios estamos orgullosos de familias como vosotros”, y tanto. También Conrado Íscar, presidente de la Diputacion de Valladolid, afirmó en el evento: “esta familia me ha robado el corazón”. A mí también.

La guinda al acto fue la actuación sublime de Siloé, agradecidos a la familia por haberles ayudado en los comienzos. Pues sí, como ellos dicen en su canción: “un viaje que merezca la pena, siempre haces que merezca la pena”, enhorabuena por este precioso viaje, familia Galicia.

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