El uso de redes sociales se ha consolidado en la actualidad como una herramienta de comunicación más en la batalla electoral, que permite una forma, “en teoría muy directa”, de conectar con la opinión pública, explica Emilio del Prado, experto en big data en Internet y redes sociales, quien reconoce que los resultados “son dispares, y muy asociados a los candidatos”.
A su juicio, se producen 2 efectos. Por un lado, el público percibe los mensajes que provienen de las redes sociales de los candidatos y sus partidos como publicitarios, dandole un índice de credibilidad y confiabilidad equivalente a la publicidad, “es decir, muy bajo”.
Espontaneidad
Por otro, Del Prado asegura que las redes sociales están muy contaminadas con mensajes que intentan generar espontaneidad “pero que en realidad son emitidos por los partidarios y detractores de las diferentes candidaturas”.
Por tanto, después de un largo período de 4 años de uso intensivo de estas plataformas para que los candidatos trasladen sus mensajes a los ciudadanos, “la efectividad de estos nuevos canales, en términos de eficacia en la comunicación y en rentabilidad de votos, está muy cuestionada”, reconoce.
Conversaciones
Para Esteban Mucientes, experto en redes sociales, los partidos por lo general apenas conversan, “al igual que sucede con los candidatos, lo cual reafirma que estas plataformas sólo se utilizan de puertas hacia fuera como un mero instrumento de propaganda en la que lo único que importa es lo que dicen los propios. En este grupo entran todos los partidos con representación, pero especialmente PP y PSOE, donde además la figura del candidato cobra una especial relevancia”.
En su opinión, sí se detecta cómo varios partidos, “especialmente los minoritarios”, utilizan Twitter como una de las fuentes para dar visibilidad a los mensajes elaborados por miembros de sus candidaturas o simpatizantes y afiliados. Además, indica que se utiliza para enviar mensajes en los diferentes actos y apariciones de candidatos, centrándose la mayor actividad en el cierre de campaña y en el día de votaciones, “aunque algunas formaciones (IU-Equo) aún no han tenido actividad después del día 24”.
En cuanto al uso de Facebook, en general todas las formaciones autonómicas obtienen resultados discretos, “algo que es especialmente visible en las 2 principales (PP y PSOE)”. Destaca también cómo ninguna de las formaciones ha sido capaz de aprovechar los comentarios de los usuarios para establecer conversaciones con los mismos, “aprovechando así para enriquecer el debate y quedándose únicamente con la comunicación unidireccional”, apunta Mucientes, que asegura que la campaña ha tenido unos resultados “muy pobres en la que las expectativas puestas en prácticamente todas la formaciones en cuanto a activadoras de la conversación. No en vano, la actividad se ha quedado en la labor de emitir mensajes, pero sin entrar al debate público, algo que, por lo que parece, ni está ni se espera”.
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