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Cómo desconectar en las vacaciones

Por: Félix Alberto Sanz
BlogFelix

Supongo que, como yo, muchos de vosotros tenéis cerca unas merecidas vacaciones. Y supongo que muchos de vosotros, como yo, las necesitáis realmente. Hace unas fechas, en uno de sus vídeopost, Luisa Alcalde hizo referencia a algo que a menudo cuento cuando hablamos de estrés y de gestión emocional.

Como metáfora, suelo contar que a las personas nos pasa como a una botella (y cojo aquella de agua que tenga más a mano), que a medida que la vamos llenando de líquido cada vez está más cerca de ser desbordada.

Ese líquido con el que llenamos nuestra botella, laboralmente hablando, son las tareas que tenemos, las responsabilidades, las personas que nos rodean, los errores, la presión de los clientes, los problemas, el tiempo, los conflictos, los contratiempos, nuestra propia exigencia; y sin darnos cuenta no dejamos, de continuo, de llenar la botella. Y así lo hacemos hasta que llega un momento que se desborda, que no podemos más (ni qué decir tiene si además introducimos temas personales en ella). Y eso pasa porque generalmente, en el día a día, lo que vamos olvidando es de irla vaciando.

No me quiero centrar ahora en cómo ir descargando, poco a poco, día a día, nuestra botella para no llevarla al límite, sino en cómo ser capaces de vaciarla casi por completo en esos días que nos vamos de vacaciones, para que así al volver la tengamos de nuevo vacía.

Tareas pendientes

Creo que lo más importante para descansar realmente en vacaciones empieza días antes de las mismas. Comienza dejando antes de irnos el listado de tareas pendientes a cero y aquéllas que podamos tener pendientes debidamente organizadas y delegadas en otra persona o, como último recurso, aplazadas hasta una fecha determinada tras nuestro regreso (agendadas de verdad, con fecha concreta en nuestro calendario, no en nuestra cabecita).

A partir de ahí deberemos comunicar a todas las personas que habitualmente tienen contacto con nosotros que estaremos de vacaciones en ese tiempo y que deseamos y necesitamos realmente descansar, que aplacen aquello que nos tengan que reportar o pedir hasta nuestra vuelta. Para mí es un error añadir la coletilla de “si hay algo urgente me llamas”, pues el concepto de urgencia no es el mismo para todo el mundo (un día me gustaría hablar aquí de dicho concepto) y lo que vamos a propiciar con ello es que dejemos una puerta abierta a una habitación donde no queremos que nadie entre.

Cacharros infernales

Tercer paso, una vez que estamos de vacaciones, apagamos todos esos cacharros infernales (smartphones, tablets, ordenadores) que nos hagan llegar temas profesionales (dejarlos olvidados en casa no es mala solución tampoco). ¿No necesitábamos descansar? Pues vamos a hacerlo de verdad. ¿Es fácil? No. ¿Es vital hacerlo? Sabéis que sí.

Y si por lo que sea no podemos liberarnos de los dichosos aparatitos (porque los necesitamos para temas personales), podemos hacer una cosa que será importante en el presente y aún más en el futuro: no responder a nada. Nos servirá en el presente para no provocar que esa respuesta genere temas nuevos o ligados a nuestra respuesta. Y nos servirá para el futuro al estar educando a los demás en que nuestro tiempo de descanso es nuestro, nos lo hemos merecido.

Y, por último, que a lo mejor debería ser lo primero, darnos cuenta de que, independientemente de nuestro puesto de responsabilidad, la empresa no va a desaparecer en nuestra ausencia, que somos muy importantes pero no imprescindibles, que tenemos grandes compañeros y colaboradores que van a solucionar aquello que surja, como haremos nosotros con ellos en sus vacaciones, que ningún cliente nos va a abandonar por estar de vacaciones y que, sobre todo, para rendir al máximo tan importante como trabajar es descansar.

Y entonces, si hacemos todo eso, es más posible que al regresar de las vacaciones tengamos una botella vacía dispuesta a -incluso con ganas de- ser llenada hasta que dentro de unos meses necesitemos de nuevo vaciarla por completo.

Por cierto, me voy a de vacaciones el lunes. A ver si soy capaz de seguir mis propios consejos.

4 comentarios

  1. Leyendo el post, (qué idea tan necesaria y qué difícil es llevarla a cabo) me ha venido a la cabeza una escena de la novela en serie “Canción de Hielo y Fuego” (Juego de Tronos) donde el maestro de espadas de una pequeña chica llamada Arya, intenta aplicar algo así como (y sin el algo así) el “aquí y ahora” de la psicología moderna:
    Dicha escena viene a decir algo así como:

    -¡No estás aquí! Estás con tus preocupaciones. Si estás dándole vueltas a tus preocupaciones cuando la lucha comience (intercambian unos mandobles breves y el maestro tira a Arya al suelo), más problemas para ti.

    Muy buen post.

    1. Gran ilustración Juan, cuántas veces estamos a otras cosas que lo único que nos hacen es no aprovechar al 100% lo que estamos haciendo (en este caso del post, descansar). Muchas gracias por el comentario.

  2. Como siempre, echando una mano hasta en la distancia.
    Gracias por el Post.
    Antes de coger mis vacaciones voy a vaciar la botella de tareas y, sobre todo, (gran consejo) vaciaré la cabeza de temas pendientes dejándolos debidamente organizados y apuntados en la agenda.
    Apuntaré tb esto en la agenda para hacerlo antes de irme…….

    1. Muchas gracias a ti por tuis palabras, Alberto. Gran aportación la tuya, apuntar en la agenda que he de apuntar en la misma los temas pendientes antes de irme, ¡¡¡genial!! Disfruta mucho y de verdad de tus vacaciones, cuando sean…

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