Ginés Clemente, consejero delegado de Aciturri; Francisco Pons, presidente de Importaco; Carlos Añaños, CEO de AJE Group; y Alberto Zoilo Álvarez, presidente del Grupo Antonio Álvarez, como moderador, participaron este jueves en la mesa redonda La empresa familiar, modelo de competitividad, organizada por la Asociación para el Desarrollo de la Empresa Familiar (ADEFAM) en el marco de su XI Asamblea General.
La influencia de los valores y las actitudes es clave en la competitividad de las empresas y suele resultar también decisiva en empresas que han logrado sobresalir en sus respectivos mercados. Así lo pusieron de manifiesto estos empresarios, reunidos por ADEFAM para discutir sobre la relevancia que en esta variable del éxito juega el hecho de ser una empresa familiar.
Sobre la capacidad de estímulo que tiene la ilusión para alcanzar cualquier meta que uno se proponga, Clemente resumió esta actitud en una frase: “hace falta tener suerte en la vida, pero te tiene que coger trabajando”, al tiempo que aseguró que hay que cumplir “lo que se promete, hablar claro y predicar con el ejemplo, además de tener siempre una actitud positiva y de compromiso”. El presidente de Aciturri no dudó en matizar que si no aportas “algo diferente, el propio mercado te echa”.
Construir la empresa ‘con las tripas’
También fue elocuente el testimonio de Añaños. “En 1999 nos reunimos los hermanos para analizar cuáles eran las debilidades y fortalezas del proyecto que nos proponíamos acometer, y después de pasar muchas horas identificando las numerosas debilidades y riesgos de nuestro negocio, sólo fuimos capaces de hallar una fortaleza, las ganas de trabajar. Construimos nuestra empresa con las tripas, haciendo todos los hermanos de todo”.
En esta misma línea se pronunció Pons, que aseguró que la fórmula que explica la longevidad de su empresa, manteniéndose como una referente de su sector, se resume de forma simple: “muchos cálculos y mucho sufrimiento”. Según comentó, “hay que trabajar muchísimo para anticiparse y adaptarse a los mercados, y la experiencia nos dice que no todo el mundo se anticipa ni trabaja lo necesario”.
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