En apenas un mes desde que entró en funcionamiento el Truebeam STX, el nuevo acelerador lineal de última generación del Grupo Recoletas, ha atendido ya a 39 pacientes oncológicos. Tras una inversión global de 5,5 millones de euros en esta máquina y el resto de equipamiento complementario, en la compañía sanitaria privada castellana y leonesa aseguran que el objetivo es que el Instituto Oncológico Campo Grande sea un centro de referencia internacional.
Así lo expuso Amando Rodríguez, presidente de Grupo Recoletas, en la presentación de este proyecto, en el que la compañía cuenta con la colaboración de Althia, empresa especializada en medicina oncológica personalizada. “Queremos que la sanidad privada de Castilla y León alcance cotas de excelencia. La misión de nuestra compañía, desde su constitución en 1989, siempre ha sido aportar valor tecnológico. En este caso, con esta iniciativa contribuimos a mejorar la sanidad de nuestra comunidad autónoma”, indicó.
Tratamiento de excelencia
Isabel Lozano, vicepresidenta de Althia, explicó que este nuevo acelerador lineal es la punta de lanza de un proyecto innovador, que permite proporcionar a los pacientes tratamiento de excelencia equiparable a los que se presta en los centros más punteros del mundo. “Hoy, el mejor tratamiento oncológico se puede recibir en el Hospital Campo Grande, sin salir de España y ni siquiera de Castilla y León”, matizó.
Por su parte, la doctora Rocío Cantalapiedra, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del Instituto Oncológico Campo Grande, precisó que son más de 9.000 los pacientes que han pasado por el este centro, con una década de actividad, donde “queremos seguir realizando tratamientos pero con mucha más precisión y seguridad”. Cantalapiedra aseguró que los pacientes muestran “su satisfacción ante la rapidez del tratamiento y los beneficios de ser tratados en un equipo de última generación”.
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