Ismael de los Mozos es desde este año el nuevo director general de la planta que la multinacional farmacéutica británica GlaxoSmithkline (GSK) posee en Aranda de Duero (Burgos), que es una de las más eficientes y flexibles de las 75 fabricas que la empresa tiene repartidas por todo el mundo.
Se trata de una factoría innovadora y tecnológica dedicada a la producción de medicamentos con receta, que ha demostrado su competitividad como organización, así como capacidad de adaptación al ampliar su fabricación a fármacos sin receta ya que la planta iniciará la elaboración de Panadol, que hasta ahora se realizaba en Irlanda.
La planta de GSK en Aranda cerró 2011 con una facturación de 315 millones de euros, una plantilla de 438 personas y una producción de 170 millones de unidades de producto terminado, con 1.700 referencias comercializadas en 80 países de los cinco continentes. En 2012, con la fabricación de Panadol se sumarán 1.000 millones de unidades de producción a granel, hasta situarse en 1.500 millones de comprimidos de todos los productos.
Uno de los puntos fuertes de esta fábrica es que exporta el 90% de su producción (comprimidos, aerosoles y líquidos), lo que le ha fortalecido en este período de crisis en el mercado español, aunque “todo lo que pasa a nuestro alrededor nos afecta”, puntualiza el principal ejecutivo de la planta burgalesa.
En el período 2006-11, el holding destinó una inversión de 77 millones de euros a las instalaciones de Aranda de Duero, en concreto a la construcción de dos edificios para aumentar la capacidad productiva de comprimidos y mejorar la tecnología de fabricación de aerosoles y líquidos, además de ampliar el laboratorio de control de calidad. Asimismo, las estimaciones apuntan a dedicar 20 millones de euros más en el próximo cuatrienio para satisfacer la demanda y mantener la competitividad.
Importancia de la planta de Aranda
Tan importante como las cifras es la atracción de proyectos estratégicos. Dos iniciativas de la compañía a nivel mundial, relacionadas con tecnologías de la información y un sistema estándar de producción, se implantarán como piloto en la factoría de Aranda de Duero para, si se cumplen las expectativas, realizar un despliegue ulterior al resto de fábricas. La fábrica arandina se centra en el suministro global para el área respiratoria.
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