El 39% de los empleados españoles está considerando dejar su trabajo antes de que finalice 2025 y el 63% cita la conciliación, el estrés o el burnout como principal causa. Estos datos son resultado de un nuevo estudio realizado a 800 trabajadores españoles por parte de Alan que revela una preocupante desconexión entre lo que deberían realizar los empleados para cuidar su salud y lo que el entorno laboral les permite poner en práctica erosionando silenciosamente la relación entre trabajador y empresa. Tanto es así, que el 79% de los encuestados revela que pasa más de 6 horas sentado al día y el 26% supera las 10 horas diarias, un umbral asociado a menor energía, fatiga mental y molestias.
Según la encuesta realizada por Alan, existe una preocupante brecha entre intención y acción: aunque la mayoría de empleados quiere priorizar su salud, el 60% reconoce tener dificultades para mantener hábitos saludables en el trabajo y sólo el 25% lo logra de forma constante. Por otro lado, el estudio también muestra cómo más del 80% de los participantes tiene problemas para desconectar de la actividad laboral, ya que todos ellos aseguran revisar mensajes de trabajo fuera de su horario.
Además, la productividad y el bienestar en las empresas españolas también se ve afectada. Usando datos autoinformados de los encuestados y la metodología estándar de la EU-OSHA (2014), este informe revela que las compañías nacionales pierden de media 16.000 euros al año por empleado en costes de productividad y absentismo a consecuencia del estrés, sedentarismo y la desconexión social. Sólo en los últimos 3 meses, los empleados reportan haber perdido de media 7 días laborables por bajas vinculadas a estrés, molestias físicas o fatiga.
Pérdida de productividad
“Las empresas españolas se enfrentan a una triple amenaza: pérdida de productividad, aumento del absentismo y una plantilla cada vez más dispuesta a marcharse”, señala Yoann Artus, director general de Alan en España. “Nuestros datos muestran que problemas prevenibles como el sedentarismo, el estrés o la desconexión social suponen ya un coste de más de 16.000 euros por empleado al año. No podemos seguir ignorando el impacto humano y económico que estos retos tienen en organizaciones de todos los tamaños”, apunta.
En este sentido, la digitalización está siendo clave para llegar a un punto medio entre las necesidades de los trabajadores y de las empresas. Cada vez más, las innovaciones digitales en salud están ganando protagonismo como solución. El estudio de Alan sobre dolor de espalda en diciembre de 2024 ya reflejaba que el 75% de los empleados españoles ve con buenos ojos las soluciones digitales para mejorar la salud en el trabajo, y solo un 10% expresa rechazo. Las principales barreras para acceder a la atención tradicional siguen siendo los largos tiempos de espera, la falta de tiempo y la dificultad para encontrar especialistas.
Con el aumento de los costes sanitarios y el derecho a la desconexión en el centro del debate, este estudio evidencia la necesidad urgente de pasar de las buenas intenciones a la acción basada en la ciencia. Como concluye Artus: “una plantilla más sana y productiva no sólo es positiva para las personas. Es una ventaja competitiva para cualquier empresa”.
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