El 49% de las empresas de Castilla y León no refleja el crecimiento económico en sus ingresos

El 29% de las compañías de la región señala que su facturación está por encima de lo esperado
Dinero
La innovación y el tiempo que lleva cobrar las operaciones de venta destacan como los ámbitos donde más compañías han superado sus propias expectativas.

Tras un sólido crecimiento en 2024, la economía española arrancó 2025 con buenas perspectivas. El FMI prevé un avance del PIB del 2,5% este año y del 1,8% en 2026, demostrando el dinamismo de nuestro país entre las mayores economías avanzadas y una posición destacada frente al promedio de la eurozona. Un impulso que, sin embargo, no percibe parte del entramado empresarial nacional y castellano y leonés, inmerso todavía en importantes desafíos. El débil crecimiento de sus socios europeos y la incertidumbre geopolítica, marcada por una nueva guerra comercial liderada por EE UU, han vuelto a situar la gestión de flujo de caja en el centro de sus preocupaciones.

Así lo refleja la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum 2025, que analiza la salud financiera y el comportamiento y tendencias de pago de las empresas de 25 países de Europa. Según este estudio, el 49% de las compañías castellanas y leonesas considera que sus ingresos no se están recuperando tan rápido como cabría esperar, a pesar de la mejora del contexto económico, como la caída de la inflación o la estabilización de los tipos de interés. A nivel nacional, el porcentaje de respuesta se sitúa en el 52%.

A pesar de la posición destacada de la economía española frente a la europea, esta cifra sitúa a nuestro país entre los 3 territorios donde este sentimiento entre empresas es más acusado, por encima de la media de Europa (47%) y en línea con Austria (52%) y Hungría (52%). En el lado opuesto, con un menor porcentaje de compañías cuyo ritmo de recuperación es más lento del esperado, estarían República Checa (43%), Alemania (43%), Bosnia (43%) Eslovenia (43%), Portugal (43%) o Eslovaquia (42%).

Señales positivas

Pese a esta sensación generalizada, el informe también ofrece señales positivas: el porcentaje de compañías de Castilla y León que afirma que sus ingresos han crecido por encima de lo esperado se sitúa en el 29%. En términos nacionales, el indicador es del 30%, demostrando una tendencia ascendente en los últimos 3 años, con un 30% en 2025, frente al 29% de 2024 y el 24% de 2023 y 2022.

“Las compañías han demostrado resiliencia, pero aún conviven con importantes riesgos financieros. La volatilidad del entorno y la presión sobre la liquidez obligan a estar más alerta que nunca. Es fundamental anticiparse a posibles tensiones y reforzar los mecanismos internos de control financiero para no comprometer la continuidad del negocio”, señala Enrique Tellado, CEO de Intrum en España.

A la hora de valorar el desempeño del negocio en distintas áreas clave, las empresas castellanas y leonesas muestran una evolución desigual. La innovación y el tiempo que lleva cobrar las operaciones de venta destacan como los ámbitos donde más compañías han superado sus propias expectativas: un 66% (55% en España) valora mejor de lo esperado el desarrollo de nuevos productos y servicios, y un 43% (38% a nivel nacional) afirma lo mismo sobre los plazos para recibir los pagos de sus operaciones.

También en la eficiencia operativa, con un 40% (45% en términos nacionales) y en las ventas e ingresos totales, con un 26% (35% en España) hay un porcentaje relevante de empresas en la región que se sitúan por encima de lo previsto. En el otro extremo, se sitúa la variable de los beneficios brutos, que se consolida como una de las áreas con peor evolución. A pesar de que un 23% (35% a nivel nacional) considera que los resultados han superado sus expectativas, un 49% se encuentra en línea con lo anticipado, mientras que un 29% admite haber obtenido resultados por debajo de lo previsto, lo que sitúa a esta variable como una de las más desajustadas del informe.

“El retraso en los pagos sigue siendo uno de los grandes obstáculos para el crecimiento empresarial. Cuanto más se alargan los plazos de cobro, más se resiente la capacidad de las empresas para invertir en su crecimiento, pagar a sus proveedores o contratar talento. Teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos, emprender estrategias adaptadas de gestión de riesgos y cobros es fundamental para evitar tensiones futuras”, indica Tellado.

Según el informe, un 29% de las organizaciones de la región considera que podría cerrar en un plazo de 2 años si su situación económica no mejora pronto. En términos nacionales, la cifra se sitúa en el 23%, con una preocupación especialmente acentuada entre las pymes, donde la proporción alcanza el 28%, frente al 12% en el caso de las grandes corporaciones. Aplicando estos porcentajes a los últimos datos de Eurostat sobre el número total de empresas en España, se estima que, a nivel nacional, más de 971.300 compañías y unos 3,6 millones de trabajadores podrían estar en riesgo.

Castilla y León Económica

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