José María-Ruiz Mateos afirmó que volvería a crear un entramado empresarial como Nueva Rumasa, tras declarar durante cerca de 15 minutos ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz por presuntos delitos de estafa e insolvencia punible por su gestión de la compañía.
“Me siento feliz, orgulloso y satisfecho de la obra que he hecho y volvería a hacerlo”, declaró Ruiz-Mateos tras su comparecencia judicial, durante la que leyó un escrito preparado por su abogado y no contestó a las preguntas formuladas por el fiscal, las acusaciones particulares ni su defensa.
El empresario octogenario añadió a la prensa que comenzó su empresa “con 7 obreros y consiguió emplear a 100.000 trabajadores”. Al ser preguntado por los empleados que le increparon a las puertas de la sede judicial afirmó que “son gente necesitada” y la consecuencia de todo “está ahí fuera”.
Dolido por sus trabajadores
Ruiz-Mateos justificó que “se ha dedicado toda la vida al empleo” y que lo que más le “duele” es la situación en la que se encuentran los trabajadores. El empresario calificó su declaración ante el juez de “estricta, rigurosa y severa”, sin querer entrar en detalles sobre su contenido y excusándose por la “falta de permiso” de sus abogados. “No es porque no quiera, es porque no me dejan”, insistió el empresario.
A las puertas de la sede judicial, les esperaba un grupo de empleados de Clesa y Royne con una pancarta en la que se leía Los trabajadores de Clesa y Royne no olvidan, gritando consignas como “Los hijos a la cárcel y tú a confesarte” o “Así me veo por culpa de Mateos”. Uno de los congregados declaró que “esperan justicia por parte de los jueces”.
Europa Press