La regulación internacional ha acelerado la adopción de estándares obligatorios relacionados con la evaluación ESG, que buscan garantizar la calidad, fiabilidad y comparabilidad de los datos reportados entre distintas organizaciones y sectores. A nivel europeo, la Directiva CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive), aprobada en 2022, establece un calendario de aplicación progresivo hasta 2026 y se estima que exigirá a más de 1.000 empresas de Castilla y León reportar información de sostenibilidad bajo un marco común.
La normativa se aplica a grandes empresas que superen dos de estos 3 criterios: más de 250 empleados, un volumen de negocio superior a 40 millones de euros o activos totales superiores a 20 millones. Además, algunas pymes podrían verse afectadas indirectamente, especialmente si forman parte de la cadena de suministro de empresas sujetas a la normativa.
Desempeño en sostenibilidad
Más allá del cumplimiento normativo, Sandra García Pérez, team leader de Innusual, explica que este estándar de reporting permite a las compañías “mostrar de manera transparente su desempeño en sostenibilidad, responsabilidad social y prácticas de gobernanza, fortaleciendo la confianza de los inversores, clientes y demás grupos de interés. No sólo tiene un impacto económico en la inversión sino también en el coste operativo, ya que orienta a las empresas hacia la optimización en el uso de recursos, sin contar con el riesgo a sanciones por incumplimiento ambiental o social”.
Las compañías que buscan un acompañamiento especializado para convertir el cumplimiento normativo en ventaja competitiva cuentan con Innusual como partner, combinando conocimiento funcional y tecnológico. Innusual acompaña a las empresas en la transición hacia este nuevo modelo, implementando tecnologías avanzadas que transforman los datos en información práctica y facilitan la toma de decisiones estratégicas.
La CSRD exige reportar indicadores medioambientales como las emisiones de gases de efecto invernadero, que habitualmente se procesan con calculadoras de huella de carbono, así como el consumo energético, la intensidad de emisiones y el porcentaje de energía renovable. También incluye indicadores sociales sobre diversidad, condiciones laborales e impacto en la comunidad; y de gobernanza como la composición del consejo y la ética empresarial. Analizar estos indicadores permite a las empresas cumplir la normativa y descubrir oportunidades de eficiencia y reducción de costes.
Datos procesados claros
“Es fundamental que los datos procesados sean claros y comprensibles para todos los grupos de interés, manejando indicadores que permiten medir y controlar objetivos, identificar tendencias y realizar análisis enfocados que respalden una mejor toma de decisiones. Los mapas interactivos también constituyen una herramienta muy útil para representar indicadores sociales y ambientales dentro de un área de impacto, ofreciendo una visión geográfica clara y contextualizada de la información”, sostiene la team leader de Innusual, quien añade que la IA permite consultar datos concretos y específicos generados a partir de todos estos procesos. Estas y otras soluciones facilitan decisiones estratégicas en distintos ámbitos, desde la optimización de transporte y logística, hasta la mejora de la eficiencia energética y la planificación de inversiones en tecnologías limpias.
Una evaluación ESG bien desarrollada integra datos confiables, visualizaciones claras y herramientas tecnológicas que no solo comunican información, sino que la convierten en decisiones concretas y medibles. De esta forma, Innusual ayuda a las empresas no sólo a cumplir con las normativas vigentes, sino también a generar un impacto positivo en su entorno, fortalecer su posición en el mercado, atraer capital y oportunidades de crecimiento, construir relaciones sólidas y de confianza con todos sus grupos de interés y, en definitiva, mejorar su competitividad y diferenciación en el mercado.
Más información en el número de octubre de la revista Castilla y León Económica