La economía española ahondó su contracción durante el cuarto trimestre de 2012, al registrar un descenso del 0,6% en tasa intertrimestral, 3 décimas más que el dato del trimestre anterior, y una caída del 1,7% en tasa interanual, con lo que en el conjunto del año el PIB cayó un 1,3%, según las estimaciones del Banco de España.
En su último boletín económico, la autoridad monetaria indica que detrás de este descenso del PIB se encuentra un “debilitamiento notable” de la demanda en el cuarto trimestre. Así, se intensificó el retroceso del consumo de los hogares, en un contexto en el que diversos factores de carácter transitorio, como el efecto del adelanto de las compras previo a la subida del IVA o la supresión de la paga extra de diciembre de los funcionarios, se sumaron a la debilidad del mercado de trabajo.
Como consecuencia de todo ello, la demanda nacional registró un retroceso en el conjunto de 2012 del 3,9%, superior a la del año precedente y a la que contribuyeron todos sus componentes, tanto de consumo como de inversión.
Concretamente, el consumo privado cayó en torno al 2%, lastrado por el impacto que han tenido sobre las familias las medidas de ajuste fiscal y por el incremento de precios de los bienes que éstas consumen.
Inversión empresarial y empleo
La inversión empresarial, continúa la autoridad monetaria, se vio igualmente afectada por unas perspectivas de demanda interna y externa poco favorables. De esta forma, tanto la inversión en bienes de equipo como la realizada en otras actividades disminuyeron en el tramo final de 2012, con lo que estima que el año cerró con sendos descensos del 5% y del 15%, respectivamente.
Por su parte, el empleo disminuyó a un ritmo superior al del año previo, estimándose un descenso del número de ocupados del 4,3%, en parte como resultado del retroceso del empleo público, que cayó por primera vez desde que se iniciara la crisis.
Objetivo de déficit
Por otra parte, destaca que el cumplimiento del objetivo del 6,3% de déficit público para 2012 dependerá de que las medidas de consolidación fiscal, tanto de la Administración central como de las comunidades autónomas, hayan generado los efectos esperados en el tramo final del año.
De cara al objetivo del déficit del 4,5% para el año que viene, el Banco de España advierte de que su consecución requerirá acometer un esfuerzo fiscal adicional “muy ambicioso”.
Castilla y León Económica