La Junta de Castilla y León aseguró este miércoles “no estar dispuesta” a que los ciudadanos de la región paguen la televisión y la policía catalana, las embajadas y los “delirios independentistas”.
Así lo apuntó José Antonio de Santiago-Juárez, consejero de la Presidencia, quien reiteró que Castilla y León fue la primera que tildó de “inadmisible” el déficit a la carta y, tras recordar la abstención de la región en uno de los últimos consejos de Política Fiscal y Financiera, aseveró que los ciudadanos de Castilla y León no pagarán determinados servicios de Cataluña ni sus “delirios independentistas”.
El consejero de la Presidencia se mostró “convencido” de que, en caso de que cualquier comunidad autónoma requiriera “solidaridad” por parte de los demás para afrontar el pago de los “grandes servicios esenciales”, el resto de las autonomías darían respuesta a ello, pero siempre en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) y si no se tratara de financiar “embajadas, televisiones autonómicas o policía autonómica“.
Cuestión de Estado
De Santiago-Juárez, quien rechazó que “uno incumpla y además se le premie”, recordó que el déficit es un asunto “de Estado” que obliga a todos fruto de la reforma constitucional realizada a este respecto y que, además, son los ciudadanos los que tienen que “soportarlo”.
“No nos gusta nada lo que está pasando, no nos gusta nada”, recalcó el consejero antes de criticar el hecho de que Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, se haya reunido primero “y por separado” con “los díscolos” y luego pida “solidaridad y generosidad” al resto.
Reparto equilibrado
Por ello, reclamó de nuevo un reparto “equilibrado” entre administraciones porque el esfuerzo hecho por las comunidades ha sido mucho mayor que el del Gobierno –“nos tachan de derrochonas y somos las que hacemos el esfuerzo”; rechazó el déficit “a la carta y caprichoso” al margen de colores políticos; y reclamó la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera “de una vez y por todas” para abordar este tema al margen de reuniones “en el despacho del consejero catalán”.
“No es un problema de sospecha, no se trata de sospechar, la realidad no nos gusta”, aseveró el consejero antes de aclarar que Castilla y León “tiene altura de miras”, como recientemente reclamaba Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, pese a rechazar los “caprichos soberanistas” y los “chantajes independentistas”.
Por último, el consejero de la Presidencia y portavoz del Gobierno regional aseguró que el actual, dado que el acuerdo no está cerrado, es el momento de que todas las comunidades “fijen posiciones”, a lo que añadió que se aprovechará la próxima presencia de Montoro en Salamanca con motivo de la Interparlamentaria del PP para hacerle llegar este mensaje “en persona”.
Castilla y León Económica / Europa Press