Daniel Carreño (León, 1967) es otro ejemplo de ejecutivo castellano y leonés que ha llegado a lo más alto en el mundo de la empresa. Desde 2011 ocupa el cargo de presidente de General Electric en España y Portugal, una multinacional de infraestructuras, tecnologías y servicios financieros con presencia en más de un centenar de países y 300.000 trabajadores en todo el mundo. En la Península Ibérica posee 2.300 empleados y 30 centros de trabajo. Casado y con cuatro hijos, Carreño, licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia Comillas y Programa de Desarrollo Directivo (PDD) por el IESE, entró en la compañía en 1999 tras siete años en HP. Desde diciembre de 2010 es también presidente de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN), vicepresidente de la Cámara Americana de Comercio (AmCham Spain), vicepresidente de Junior Achievement España, consejero de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y miembro del Comité Ejecutivo del American Business Council (ABC), entre otras instituciones.
– PREGUNTA: ¿Cuáles son los hitos más importantes de su trayectoria profesional?
– RESPUESTA: Me siento orgulloso de todos mis trabajos porque de cada uno de ellos he adquirido los conocimientos y la experiencia que me han permitido seguir evolucionando personal y profesionalmente. Pero, sin duda, mi posición al frente de General Electric (GE) en Iberia ha marcado un punto de inflexión. Primero, por el cambio que supone adoptar un enfoque multisectorial, pues antes estaba dedicado en exclusiva al sector sanitario, dada la naturaleza diversificada de GE. Y segundo, por el especial reto que supone el contexto económico y social en el que nos encontramos.
– P: ¿Cómo se definiría como ejecutivo? ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades?
– R: Todavía me queda mucho por aprender, pero soy consciente de que tantos años de trabajo me han enseñado que lo principal para dirigir un equipo es fomentar la cohesión interna y establecer una confianza mutua que permita a cada persona trabajar de forma autónoma pero con lealtad y en sintonía con los demás. También intento liderar con el ejemplo y demostrar que cuentan conmigo cuando lo necesiten.
– P: ¿Cómo es un día laborable en su vida? ¿Y cómo aprovecha su tiempo libre?
– R: Si no tengo que viajar, me gusta empezar temprano, cuando hay más tranquilidad y, personalmente, tengo más frescura. Luego el día tiene una agenda muy apretada, llena de reuniones, mecanismos operativos e inevitablemente de correos electrónicos. El final del día lo dedico a la familia, intentado disfrutar con ellos de mis aficiones. Vinculación con Castilla y León
– P: Díganos cuál es su vinculación con Castilla y León en la actualidad.
– R: ¡Soy leonés! Pese a que, hoy en día, mi vida laboral y familiar está en Madrid, sigo muy ligado a mi ciudad de origen, León, donde escapo cada vez que puedo para disfrutar de mi tiempo libre y de las estupendas rutas montañeras.
– P: ¿Cómo juzga la evolución económica de Castilla y León?
– R: La comunidad autónoma está tomando las medidas adecuadas para hacer frente al entorno de dificultades que a todos acecha. De hecho, se ha cumplido con el objetivo de déficit al cerrar 2012. Aún así, queda mucho camino por recorrer y hay que seguir profundizando en las reformas. También hay que reconocer el esfuerzo del sector empresarial por mantener el mayor número de puestos de trabajo posibles y por adaptar sus modelos de negocio al nuevo contexto. Además, estoy convencido de que Castilla y León alberga grandes fortalezas, como la llegada del AVE a León o el turismo rural y el potencial de internacionalización de buena parte de sus empresas.
– P: ¿Cómo valora a su clase empresarial?
– R: Me considero miembro de una generación de empresarios verdaderamente comprometida con el país para generar riqueza, directa o indirectamente. Una generación que no se doblega y desde la que estamos apostando por la redefinición de nuestra economía a través de la innovación, la eficiencia y la retención y cultivo del talento y el espíritu emprendedor. Una generación ilusionada que, además, es exportadora de la marca España por todo el mundo. Y le aseguro que es una enorme satisfacción poder ser partícipe de esta transformación, aunque los pasos sean más que difíciles en muchas situaciones.
– P: ¿A qué ha tenido que renunciar para llegar a dónde ha llegado? ¿Cómo se compaginan sus cargos de responsabilidad con la familia y el ocio?
– R: Aunque un desempeño como éste demanda mucho tiempo y dedicación, más que renunciar es un ejercicio de aprender a gestionar de manera más eficiente mi tiempo, que siempre es poco. En este sentido, mi familia y mis amigos son precisamente los que más me ayudan a intentar mantener un equilibrio entre la vida profesional y la personal, aunque evidentemente siempre tienes la oportunidad de hacerlo mejor.
– P: ¿Cuáles son los principales retos profesionales que se plantea en adelante?
– R: España cuenta con muchas fortalezas como, por ejemplo, un tejido empresarial como nunca hemos tenido, con creciente presencia internacional, y GE, como compañía global y tremendamente innovadora, puede contribuir a poner en valor esas potencialidades de nuestro país. Éste es uno de los ejes principales de mi labor al frente de la compañía. Otro objetivo es el de convertir la innovación en denominador común de todas nuestras áreas de actuación: I+D, procesos internos de trabajo, alianzas y servicios.
Más información en el número de junio de la revista Castilla y León Económica.