Castilla y León registró una desaceleración del consumo privado durante el segundo trimestre de 2018 como consecuencia de la falta de confianza de los ciudadanos y los “vaivenes de las exportaciones en el último ejercicio”, según explicó Juan Carlos de Margarida, presidente del Colegio de Economistas de Valladolid (Ecova), este miércoles en la presentación de los datos de Observatorio Económico de Castilla y León.
“La economía de la región crece a un ritmo más lento de lo que debiera, por lo que para evitar que se vea afectada por esta desaceleración económica se requieren, entre otras medidas, un mayor esfuerzo de contención del déficit público y una redistribución de las rentas”, detalló De Margarida.
Empresas
Asimismo, recomendó a las empresas que apuesten por “producir productos y prestar servicios de máxima calidad, logrando posicionarlos como Marca Castilla y León tanto en el mercado español como internacional para garantizar, si no el crecimiento de las exportaciones, su mantenimiento”.
El presidente de Ecova subrayó también el papel de los gobiernos nacional y regional en esta desaceleración económica, que a su juicio, está motivada por el cambio tecnológico y la “necesaria innovación económica y social que exige una evolución”.
Recomendaciones
Entre las recomendaciones de De Margarida, se encuentran también la necesidad de trabajar para aumentar los salarios de forma que sean acordes con la productividad empresarial y provoquen un incremento del consumo y de poner freno a la despoblación, “uno de los problemas estructurales de la comunidad autónoma”.
“La actividad de Castilla y León debe dirigirse hacia la innovación y el cambio tecnológico para conseguir más oportunidades económicas y laborales”, añadió el presidente de Ecova, quien señaló que los datos apuntan a que el crecimiento de la región se verá afectado por un entorno lleno de incertidumbre, que puede ser “preocupante” si no se toman medidas para evitarlo.
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