El Bosque de los Monjes de Abadía Retuerta nació este sábado como un homenaje a los monjes que idearon este espacio en pleno corazón del valle del Duero en 1146. En un acto de renaturalización, más de 300 personas, entre el equipo humano de Abadía Retuerta y sus familias, se unieron para plantar 1.044 árboles en las tierras de cultivo situadas junto al río Duero, transformando este terreno en un bosque. Este gesto simboliza un nuevo hito en la historia de Abadía Retuerta y un paso más hacia la preservación y armonía con la naturaleza.
La inspiración para este proyecto proviene de un mapa de la finca y huerta de Abadía Retuerta, que data de 1887, y que ha guiado la evolución de este destino único desde su concepción hace más de 3 décadas. Así, tras la plantación del viñedo y la construcción de la bodega, la rehabilitación de la Abadía, la creación del hotel y la restauración de la huerta en el mismo lugar donde los monjes la cultivaban, se dio vida al Jardín de los Monjes el año pasado, un espacio que combinaba un diseño geométrico y otro más naturalizado, siguiendo fielmente el plano original.
Árboles de 4 variedades y 14 especies
Este proyecto no solo busca rendir homenaje al legado de los monjes, sino también contribuir a mitigar la deforestación global. En colaboración con la Fundación Reforest Project, presidida por Fernando Ojeda, y con el diseño paisajístico de Álvaro Sampedro, se plantaron árboles de 4 variedades y 14 especies diferentes (manzanos, cerezos, almendros y perales, entre otros), de forma que se garantice una floración blanca durante 2 meses y se cree un manto aéreo de flores.
Esta iniciativa no solo tiene un impacto ambiental positivo, sino que también beneficia a las localidades cercanas de Sardón de Duero y Quintanilla. Además, gracias a esta plantación, Abadía Retuerta logrará reducir en un 55% el consumo anual de agua en su finca, convirtiéndose en un modelo de sostenibilidad para las generaciones futuras.
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