Antolin mantuvo la senda de mejora de rentabilidad durante la primera mitad del año, en un entorno muy volátil afectado por nuevos aranceles en EE UU, lo que pesó sobre las ventas en Norteamérica y Europa. Entre enero y junio, la compañía alcanzó un margen ebitda del 8,6%, frente al 8,4% registrado el mismo período del año anterior. Por su parte, el run rate ebitda ascendió al 9,5% frente al 9,2%. Los márgenes excluyen los costes extraordinarios y tienen en cuenta las sinergias derivadas del plan de transformación puesto en marcha en 2023.
En línea con lo esperado, los ingresos netos descendieron un 9,7% en los primeros 6 meses, hasta 1.947 millones de euros. Las ventas fueron impactadas por la reducción de perímetro debido a desinversiones y la debilidad de varias divisas frente al euro, así como por la inestabilidad del mercado. Excluyendo el efecto de desinversiones y divisas, los ingresos comparables limitaron su caída al 4%.
La buena marcha del negocio durante el primer trimestre del año ayudó a mitigar el complejo entorno del mercado durante el segundo trimestre. Por su parte, las menores ventas hasta junio llevaron a registrar una pérdida neta en los primeros 6 meses de 11,3 millones de euros, comparado con una pérdida de 1,2 millones de euros en el mismo periodo de 2024.
Atonía de la producción mundial de vehículos
Para contrarrestar la atonía en la producción mundial de vehículos, Antolin puso en marcha un plan de transformación que ha conseguido mejorar de manera consistente la rentabilidad operativa de la compañía, así como afianzar su resiliencia financiera. En esta línea, los esfuerzos realizados en el Plan de Transformación han logrado amortiguar el efecto que la caída de las ventas tuvo en el beneficio operativo bruto (Ebitda), que descendió un 7,3% en los 6 primeros meses, hasta 167 millones de euros.
Por zonas geográficas, en Europa y Resto del Mundo (Marruecos, Brasil y Sudáfrica) las ventas registraron una disminución del 12% en el semestre, debido tanto a las desinversiones acometidas por Antolin, como a la reducción de los volúmenes de producción. En Norteamérica, por su parte, cayeron un 8%, afectadas especialmente por la inestabilidad causada por las políticas arancelarias. Mientras, en Asia, la bajada fue del 7%, debido a un ajuste del mercado en China que compensa el buen desempeño de India.
Expansión en el Sudeste Asiático
El Sudeste Asiático se presenta como una de las regiones con mayor potencial de crecimiento de la industria automovilística, apoyada en la demanda interna y los avances de proyectos de electrificación, entre otros. En este contexto, Antolin ha inaugurado nuevas plantas en Tailandia e Indonesia, un movimiento destinado a reforzar la presencia de la compañía en Asia y a reconfigurar su perfil industrial hacia mercados con mayor proyección de crecimiento. Estas instalaciones, equipadas con tecnología avanzada y procesos sostenibles, permitirán a la compañía consolidar su huella industrial en Asia, donde ya cuenta con 32 fábricas, 8 oficinas técnico-comerciales y más de 3.800 empleados.
La compañía ha reforzado su balance con medidas destinadas a aumentar su liquidez y alargar la vida media de la deuda. Antolin ha cerrado un préstamo sindicado de 150 millones de euros con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y 5 de sus principales entidades financieras, orientado a respaldar el acceso a financiación para empresas con exposición a aranceles en EE UU. Este acuerdo refuerza la situación financiera de Antolin y aporta la liquidez necesaria para la ejecución de su Plan de Transformación.
Además, el plan de desinversiones de activos avanza con celeridad, con la venta de activos por valor de 21 millones en lo que va de año. Esto se suma a los casi 120 millones de euros en activos vendidos a lo largo de 2024.
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