Gabriela González-Valdés, directora general del Instituto de Auditores Internos de España, destacó la importancia de esta figura, que aporta “tranquilidad para que los procesos estén bien controlados y con mucho rigor”, en la jornada Cómo mejorar la profesionalización de la empresa familiar en Castilla y León organizada este miércoles en Valladolid por Castilla y León Económica con el patrocinio de esta entidad con el fin de incrementar la competitividad de este tipo de negocios.
En este sentido, aseguró que el auditor interno ha evolucionado al ritmo de la empresa: “en los años 80 eran perfiles de economistas, porque eran los riesgos más comunes, pero ahora hay de todo: licenciados en Derecho, economistas o ingenieros, entre otros, en función del tipo de organización o negocio. Cuando los equipos son grandes tienen una diversidad más amplia y se ven no sólo los riesgos, también las oportunidades, como la economía circular, que nace de un riesgo pero que está generando oportunidades. El plan estratégico es la fuente de la de que se nutre el auditor interno”.
En su opinión, esta figura aporta tranquilidad y cumplimiento normativo, así como separación de propiedad y gestión en el caso de la empresa familiar, “donde la propiedad requiere de una mayor visión sobre lo que está sucediendo en la organización, que los riesgos se están gestionando y no hay grandes problemas, que los controles internos están funcionando, que no se ven pero que son los que dan cuerpo al negocio”.
Tanto es así que explicó que cuando hay gran complejidad, y puso como ejemplo si la empresa se está internacionalizando o ha crecido mucho en muy pocos años, “se delega en un auditor interno para asegurarse de que los controles funcionan”.
Junto a González-Valdés, intervinieron en una mesa redonda moderada por Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica, Eduardo Estévez, director de la Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL); Óscar Hernández, director de Asuntos Públicos, Comunicación y Sostenibilidad de Leche Pascual; Fernando Doral, project leader, director de Programas adscrito a la Cátedra de Empresa Familiar y profesor de Empresa e Innovación en Cornell, UEMC Business School y Universidad Europea Miguel de Cervantes; y Pedro Paz, director del Departamento de Financiación del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (ICECYL).
Sucesión
Por su parte, el director de EFCL insistió en que en la sucesión es donde la empresa familiar puede tener problemas, “y es ahí donde necesita la ayuda de un profesional, también en el campo de la gestión”. Precisamente, puso el foco en que se están dando pasos importantes a nivel de profesionalización y formación.
Además, subrayó entre los retos a los que se enfrentan las compañías familiares la burocracia, “que depende de la voluntad de la Administración”; el absentismo laboral, “cuando alguien falla por fraude”; las inspecciones fiscales, “ya que el 99% está con una inspección en estos momentos, eso es un desgaste tremendo y no pasa en comunidades autónomas vecinas”; o el talento, con dificultades para encontrar gente “válida”, tanto en mandos intermedios como en cadena. “Curiosamente entre los problemas no sale en las encuestas la financiación”, apostilló.
El responsable de Leche Pascual indicó que al actual presidente de la empresa, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, le toco coger el relevo “en una época muy expansiva y en plena crisis, pero le tocó también hacer renuncias, fue cuando se saneó la empresa y nos centramos en una serie de negocios como hostelería, hidratación, café o internacional, pues el mercado español está maduro y hay que salir fuera”.
Riesgo de estancarse
En esta línea, comentó que hay que estar atentos al riesgo de estancarse: “queremos potenciar los segmentos más tradicionales e innovar, diversificar y apostar por los mercados exteriores. La innovación en el gran consumo es muy complicado, pues en los lineales veréis cada vez menos innovación, no hablo de novedades”.
Por su parte, Doral aconsejó también hacer cosas que sean gratis y que den valor, como “adelantarse a la demanda y al precio del dinero y de la energía, que son factores que te revientan la cuenta de resultados. Hay actuaciones que se pueden realizar y no suponen grandes desembolsos”. Respecto a la innovación, dijo que se tiene que salir de la trinchera: “cuando se hace de arriba a abajo es muy complicado, pues tiene que surgir de una necesidad real, y eso es muy complicado; y viceversa también. Es preciso tener en la cabeza que hay cosas que sí se van a poder mejorar”.
En su intervención, reconoció que la empresa familiar “me parecía en un principio una especie de locura patológica, empresa y familia, las 2 cosas juntas que en un momento dado se van a pelear”. En esa línea, hizo hincapié en que todos los negocios con apellido que tengan una vocación de relevo generacional deben seguir trabajando en ello.
Por último, Paz detalló que la auditoría interna es “una inversión estratégica de la empresa a largo plazo, proporciona transparencia y a la hora de tomar una serie de decisiones hace que sean profesionales y no familiares, si hablamos de empresas familiares. Estamos viendo en los negocios que vienen a pedir financiación la falta de gestión interna, sobre todo cuando empiezan a ganar tamaño y se ven incapaces de gestionarlo”.
Destacó asimismo la firma reciente de un protocolo de colaboración entre Sodical Inversión y 5 entidades de inversión privada para la coinversión en proyectos empresariales en Castilla y León, que pondrá a disposición de las empresas de la comunidad autónoma financiación por más de 200 millones de euros. “El objetivo principal es establecer un marco para identificar, analizar y coinvertir en iniciativas viables que se desarrollen dentro del la región, facilitar así su financiación y contribuir al fortalecimiento del tejido productivo”, comentó.
Cagigas analizó la figura del auditor interno, que es “clave en la profesionalización de las empresas familiares al abarcar funciones estratégicas en procesos como internacionalización, cambios relevantes en los riesgos de la compañía, salidas a Bolsa, búsqueda de nuevas fuentes de financiación o prácticas de buen gobierno”.
El Instituto de Auditores Internos de España tiene como objetivo contribuir al éxito de las compañías al impulsar el crecimiento profesional de sus socios mediante oportunidades de formación, información y encuentro sobre los temas relacionados con el trabajo del auditor interno. Así, difunde en España las Normas Globales de Auditoría Interna emitidas por el Global Institute of Internal Auditors.
Más de 4.200 auditores internos
En concreto, representa a más de 4.200 auditores internos procedentes de las principales empresas e instituciones de todos los sectores del ámbito del sector empresarial. En la actualidad, está considerado entre los 10 institutos más importantes del mundo de la red Global IIA, formada por los institutos de auditores internos de 170 países y más de 250.000 profesionales.
El auditor interno desarrolla su profesión desde un código ético basado en la integridad, objetividad, competencia, debido cuidado profesional y confidencialidad. Con el fin de mejorar y proteger el valor de las organizaciones, proporciona aseguramiento objetivo, asesoría y conocimiento basado en riesgos y, para cumplir con ello, se posiciona como un ejemplo de comportamiento ético dentro de ella.
Generar confianza, ser honesto y ejemplar en sus actuaciones y en su actitud, honrado e imparcial en sus análisis e interpretaciones, respetar a los demás y buscar la excelencia en sus compromisos y en el cumplimiento normativo son algunas de sus cualidades.
Castilla y León Económica
