Bodega Severino Sanz cuenta con varias particularidades que la convierten en un proyecto único y singular. La primera es su ubicación, en Montejo de la Vega de la Serrezuela (Segovia), por lo que es una de las pocas firmas segovianas con Denominación de Origen Ribera del Duero. Además, está enclavada en el corazón de un entorno natural protegido como es el Parque Natural Hoces del Río Riaza, escenario en el que habita una de las mayores colonias de buitres leonados de Europa.
Otro hecho diferencial es su colección de vigas y prensas romanas de lagar, única en todo el mundo y una reliquia de la arquitectura popular del vino, abierta al público como museo el pasado mes de junio, con el que ofrece una nueva experiencia enoturística. Se trata de una singular colección etnográfica con más de veinte vigas de antiguos lagares recuperadas de pueblos de la Ribera, que rescata la memoria de la arquitectura tradicional del vino.
Nuevas visitas
En la actualidad, ya están en marcha nuevas visitas para conocer las instalaciones al completo, descubrir el proceso de elaboración del vino, desde la viña hasta la copa, y disfrutar de una degustación con tapas seleccionadas o de un menú gastronómico. Como apuntan en la empresa, es de las pocas bodegas en Ribera del Duero que incluye menús con maridaje en sus opciones de enoturismo.
Bodega Severino Sanz posee 30 hectáreas de viñas tempranillo, entre las que se cuelan las variedades verdejo y albillo y en 2024 la producción alcanzó las 100.000 botellas. Se trata de viñas centenarias que están situadas a una altitud de 980 metros, con las que se elaboran vinos tintos, blancos y rosados que han recibido numerosos premios internacionales.
Cultura rural
Fundada por los hermanos José Félix, Iñaki y María Dolores, lleva el nombre de su padre Severino, quien les transmitió el respeto profundo por la tierra y el cultivo de la vid. Esta bodega nace con el propósito de mantener vivo el legado vitivinícola familiar y promover la cultura rural a través del vino, la gastronomía y el patrimonio natural.
La gama de vinos incluye desde blancos como Murón Verdejo de Altura, blancos con cuerpo y crianza sobre lías como Murón Albillo, rosados afrutados y con paso por barrica, hasta una amplia selección de tintos que abarca desde jóvenes hasta grandes reservas como Herencia de Llanomingómez, pasando por robles, crianzas y una Edición Limitada, todos bajo la marca Murón. La previsión para 2025 es mantener la singularidad de sus vinos, potenciando la gama alta y nuevas ediciones limitadas.
Incorporación de la tercera generación
Uno de los hitos recientes más relevantes ha sido la incorporación de la tercera generación al proyecto: Teresa Sanz, doctora en Ciencias Ambientales, dramaturga y directora de teatro, que aporta una visión “renovadora con fuerte sensibilidad cultural y compromiso medioambiental”.
Entre sus objetivos, destacan posicionarse como referente en enoturismo sostenible y cultural y desarrollar nuevas líneas de vinos de autor y ecológicos.
Cepas centenarias en pequeñas parcelas
Uno de los principales valores diferenciales de Bodega Severino Sanz es la procedencia de sus vinos de pequeñas parcelas con suelos diversos (arenosos, calizos y pedregosos), a una altitud superior a los 950 metros, junto con cepas centenarias plantadas por Severino. La vendimia se realiza manualmente con selección en viña, mínima intervención química, encubado por gravedad, fermentación con levaduras autóctonas y conversión maloláctica espontánea en barricas nuevas de roble francés. Además, la bodega elabora vinos de parcela y apuesta por una viticultura “respetuosa con el entorno, priorizando la sostenibilidad y la expresión auténtica del terruño”.
Más informacion en el número de septiembre de la revista Castilla y León Económica