CE Consulting ha analizado las nuevas medidas para autónomos definidas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tras alcanzar un acuerdo con las asociaciones de trabajadores por cuenta propia para renovar los tipos y las bases de cotización por tramos. Esta reforma, que fue aprobada este martes en el Consejo de Ministros con el consenso de las partes tras 13 meses de intensas negociaciones, tendrá “un verdadero impacto que desde el sector de consultoría empresarial celebramos. Está pendiente eso sí su aprobación en el Congreso”, destaca David Pérez, socio director de CE Consulting Norte.
La cotización por ingresos reales entrará en vigor el 1 de enero de 2023 con cuotas de 230 a 500 euros. CE Consulting Norte, la consultora de más de 700 empresas y autónomos en Castilla y León, apunta distintas claves en relación a estos cambios.
“En primer lugar, por fin se hace una actualización y, sobre todo, adecuación a lo que hay que pagar no en tanto a los ingresos previstos, sino en cuanto a la base sobre la que se va a cotizar, que es la que determina la cuota resultante. Por ser más exactos, se calculará en función de los rendimientos netos, es decir, ingresos menos gastos deducibles, siendo el autónomo el que determine su tramo, aunque este será revisado anualmente para recalcular si las ganancias reales del trabajador se ajustan a los que ha pagado de impuestos, tanto en sentido de recobro, como de devolución por parte de la Administración. Se gana así en flexibilidad, a la vez que se realiza una aportación más exacta. Es, en definitiva, un sistema más justo para todos y más sostenible a largo plazo para el sistema de pensiones”, asegura.
Autónomos en Castilla y León
Esta era sin duda la gran reivindicación de este colectivo que integra a más de 3 millones de personas, según apunta Pérez, siendo Castilla y León una de las regiones con mayor porcentaje relativo de autónomos en su base social. De forma absoluta sólo Andalucía, Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y Galicia tienen más autónomos en activo.
España ha registrado en 2021 el mayor número de autónomos en 13 años. La pandemia ha acelerado la vía del autoempleo, que en nuestro país ya representa al 17,3% del total de afiliados. Con esta medida, 3 de cada 4 autónomos verán reducida su cuota. En concreto, los de menos aportación verán reducida su cuota un 30%. “Esto es positivo para el conjunto del tejido empresarial, ¿Por qué? porque la cuota actual imponía una mensualidad mínima de 294 euros mes que forzaba las situaciones de irregularidad”, indica.
Por otra parte, casi un millón de autónomos -aquellos que superan los 1.700 euros mensuales de ingresos- pagarán más, equiparándose su aportación a la de los asalariados. Ya no será posible, por tanto, que los autónomos elijan cuánto cotizar a la Seguridad Social, lo que derivaba en que el 85% eligiera la mínima cantidad. Se elegirá un tramo, que se podrá cambiar cada 2 meses, y se revisará anualmente para realizar una adecuación.
En segundo lugar, se ha conseguido dar forma a la segunda gran reivindicación del colectivo. Los autónomos podrán cobrar una prestación, por ejemplo, ante una importante reducción de ingresos o ante la necesidad de reducción del personal, sin necesidad del cierre total del negocio, aunque no existirá como tal un derecho a prestación por paro.
“Desde nuestra posición como asesores de cientos de autónomos en nuestra comunidad autónoma, con una visión transversal del sistema, lo tenemos claro. Estos cambios son positivos, si bien incidimos en que es vital para el mantenimiento del sistema que se tenga presente que un autónomo no es un trabajador por cuenta ajena, por lo tanto, no se les puede asimilar. Son mundos distintos y lo que debe primarse es el impulso de su capacidad para generar empleo y riqueza. Son necesarios también otros ajustes fiscales como la eliminación de la doble imposición por dividendos que se produce como socios en sociedades pymes. Este tipo de autónomos verán reducidas sus cuotas de forma notable, pero sigue expuesto a imposiciones que gravan su crecimiento”, afirma Pérez.
Desde CE Consulting Norte señalan también que las medidas no han tenido en cuenta el perfil del autónomo a la hora de legislar para equilibrar la balanza. Según los últimos datos disponibles el autónomo español medio es un varón que trabaja en servicios, sin asalariados a su cargo, tiene una sola actividad, entre 40 y 54 años, lleva 5 años o más en su negocio y cotiza por la base mínima de cotización. “¿Qué nos dice esto? Que sigue habiendo cuestiones que abordar de forma urgente como, por ejemplo, el impulso al emprendimiento. Aunque sigue contemplando una tarifa plana inicial, se modifica incrementando la cuota durante los 12 primeros meses y sólo se puede ampliar la duración hasta 24 meses si los ingresos son inferiores al SMI”, puntualiza.
Incentivos
Sería importante además incorporar incentivos por tener personal contratado o el mantenimiento del mismo o cuestiones de igualdad y conciliación, relevantes para este colectivo “que ve algunos de los derechos de los trabajadores por cuenta ajena como una quimera”.
Sí que se ha puesto fin al límite a la cotización que se viene aplicando a los trabajadores mayores de 47 años, para que estos no puedan elevar sus aportaciones al final de su vida laboral, “pero no es suficiente. Desde el sector de la asesoría de empresas, tan pegado a las preocupaciones de autónomos y empresas seguiremos reivindicando medidas para ayudar a tener una racionalidad en el sistema que reduzca el peso de la economía sumergida”.
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