La vida nunca deja de sorprenderte. Cuando crees que lo has visto todo en el mundo de la empresa encuentras, en un recóndito rincón de Valladolid, una firma dedicada al regalo de Dirección (encuadernación y marroquinería), que cuenta entre sus clientes con compañías e instituciones de la talla de Michelin, Gestamp, Vogue, Vanity Fair, Laboratorios Alter, Banco de España, Consejo General del Poder Judicial, El País, Mirat, Marqués de Riscal, Bodega Cuatro Rayas, Instituto de Empresa o despachos de abogados como Pérez Llorca y DLA Piper, por citar algunos de sus más de 400 clientes.
Colonial Company, que es como se llama esta joven empresa con más de un lustro de existencia -aunque sus integrantes poseen más de 3 décadas de experiencia en el sector- dio sus primeros pasos en el año 2012, cuando más fuerte azotaba la crisis económica.
Personalización
¿Una compañía constituida en 2012 y dedicada al regalo de empresa? Si, aunque conviene aclarar la particularidad de esta firma: no diseña 2 agendas iguales. “Lo que nos piden es exclusividad. Su agenda, no una estándar”, sostiene José Luis Cerezo, director comercial de Colonial Company. Es la personalización llevada al extremo.
El cliente elige absolutamente cada pieza que quiere, ya sea una agenda (son especialistas en agendas de empresas) o un maletín de piel. Desde el color del forro, del wireo, el hilo, la textura o el color de la piel y polipiel. Las posibilidades son casi infinitas. Ofrecen al cliente lo que éste solicite y trabajan con todos los materiales que existen en el mercado.
No en vano, fue precisamente ante esa complicada coyuntura empresarial de 2012, cuando los responsables de Colonial Company detectaron un nicho de mercado en el sector de las empresas que demandan regalos de dirección únicos y especiales.
Colonial Company se ocupa de todo y tiene una forma de trabajar en la que el cliente puede sentir esa personalización desde el minuto 0. Para empezar, no gestionan un pedido vía correo electrónico. “El punto de partida es una reunión con el cliente, en la que proponemos ideas en función de la particularidad de cada negocio”, matiza Ana Collado, responsable de Diseño de la firma.
Control de todo el proceso
El punto neurálgico del negocio está en Valladolid, donde la empresa cuenta con un showroom y centraliza los departamentos Comercial, al frente del cual está Cerezo; Diseño, con Collado a la cabeza; y Producción, cuyo responsable es Rafael Rodríguez.
Conviene insistir en que controlan todo el proceso, desde la compra del papel o las pieles, hasta el packaging, un aspecto que también cuidan minuciosamente. Para ello, disponen de un taller propio en Ubrique (Cádiz).
El 60% de su actividad se centra en la edición de agendas de empresa personalizadas y cuadernos corporativos; y el 40% restante lo concentra la marroquinería, que es su regalo más selecto y que abarca desde piezas asequibles hasta objetos exclusivos de protocolo, Consejo de Dirección y aniversario. El 30% de sus clientes se localiza en Castilla y León.
Frente a la avalancha de productos asiáticos en su sector, Cerezo defiende que lo suyo es otra cosa: “no importamos nada de Asia, todos nuestros materiales proceden de la UE. Papeles especiales franceses o alemanes, piel portuguesa, polipiel italiana y marroquinería española, que tiene un prestigio maravilloso fuera de nuestro país”, detalla.
Cerezo sostiene que no hay “empresa en España de nuestro sector que trabaje con nuestro nivel de personalización y calidad. Nos focalizamos en las empresas que demandan algo original, que cuidan su imagen y el valor añadido de un producto diseñado y fabricado en España y con un desarrollo creativo”, al tiempo que asegura que, tras los duros comienzos, detectan un repunte en el regalo de empresa de calidad.
El vínculo y confianza que establecen con sus clientes es tal, que algunos de ellos les han solicitado trabajos en los que no son especialistas, “a los que siempre aportamos nuestro toque diferencial. El cliente quiere nuestra creatividad”.
Exclusividad
El exclusivo barrio madrileño de Salamanca acoge en la actualidad la construcción del que, probablemente, es el edificio de viviendas más lujoso de España. Durante el período que duran las obras de estas 44 viviendas de entre 300 y 700 metros cuadrados, cuyos precios parten de los 3 millones de euros, los propietarios van recibiendo distinguidos obsequios, tal vez para hacer más llevadera la espera. Pues bien, al menos 1 de ellos será made in Colonial Company. Otro ejemplo de que esta compañía juega en otra liga dentro del amplio universo del regalo de empresa.
Más información en el número de septiembre de Castilla y León Económica
