El número de trabajadores por cuenta propia creció en el primer semestre de 2013 en Castilla y León en 298, fruto de las 17.083 altas registradas frente a las 16.785 bajas, lo que supone el primer incremento desde el inicio de la crisis, según se recoge en el Observatorio del Trabajo Autónomo elaborado por Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).
Según los datos de esta asociación, la morosidad ha superado por primera vez a la falta de crédito como segundo problema para este colectivo, aunque sigue por debajo de la caída de la actividad, que mantiene el primer puesto.
En este sentido, Soraya Mayo, presidenta de ATA en Castilla y León, subrayó que, a pesar del aumento de la morosidad, se ha reducido el tiempo de demora en el pago, algo que ha achacado a que muchos de estos “morosos” son ahora “otras empresas”, las cuales “se financian a costa de retrasar los pagos” ante la falta de crédito, pero que “pagan antes que la administración”. Así, el 45% de los autónomos consigue cobrar en un plazo de entre 90 y 180 días.
A pesar de esto, 7 de cada 10 autónomos cree que su situación no empeorará en 2013, una noticia “positiva” sobre la que la propia Mayo ha ironizado con la posibilidad de que se deba “a que va a mejorar” o a que “ya no puede empeorar más de lo mal que está”. En este primer semestre, el 70% de los encuestados reconoce haberse visto afectado por la crisis económica, frente a un 13% que no resultó perjudicado y un 18,5% que incluso mejoró su situación.
Contratación
Por lo que se refiere a la contratación, el 11,7% realizó algún tipo de contratación en lo que va de año, mientras que un 26,9% tiene previsto hacerlo en el futuro. Por el contrario, un 80% no tiene prevista ninguna nueva incorporación.
En cuanto a la situación financiera, Mayo lamentó que ésta “no mejora” e indicó que sólo un 32% de los autónomos recurre a los bancos para cubrir sus necesidades, mientras que un 66% “se busca la vida” a través de amigos, familiares “o incluso con su propio patrimonio”.
Precisamente, el observatorio indica que, de los profesionales que acudieron a las entidades bancarias, un 56,3% obtuvo una respuesta negativa, algo que la presidenta autonómica de ATA atribuye a que éstas “siguen prefiriendo dar mucha financiación a unas pocas empresas grandes, que poca financiación a muchas empresas pequeñas”, ya que así “evitan riesgos”.
Asimismo, Soraya Mayo ha alertado del “desconocimiento” que existe entre los autónomos de otras líneas de apoyo como las que en Castilla y León ofrecen la sociedad pública ADE o la sociedad de garantía recíproca Iberaval, las cuales sólo solicita el 42% de los encuestados. “Son líneas muy buenas para los autónomos pero no se conocen”, ha lamentado al tiempo que ha explicado que, muchas veces, cuando las descubren y recurren a ellas “ya es tarde”.
La principal división entre los autónomos se produce en las cotizaciones sociales, ya que un 48% es partidario de obligar a adecuarlas a los ingresos para evitar las “bajas pensiones” que le quedan a aquéllos que se acogen a la base mínima, frente a un 45% que es partidario de mantener la cotización voluntaria.
Castilla y León Económica / Europa Press
