Las estufas y calderas de biomasa fabricadas por la empresa soriana Numan exportan calor a Portugal, Francia, Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos, además de vender sus productos en el territorio español.
Esta compañía, fundada en junio de 2009, comenzó a desarrollar su actividad orientada a los calefactores que utilizan como combustible pellets, unos cilindros de residuos forestales procedentes de limpiezas de bosques y de restos de industrias madereras.
A partir de los pellets se han desarrollado otros a base de residuos agrícolas que comienzan a expandirse en el mercado de la biomasa.
Sin embargo, el combustible que vive un mayor desarrollo en estos días es el hueso de aceituna, sobre todo en el sur de España, donde la presencia de olivos facilita su acceso al consumidor.
Condiciones climáticas
Según Yann Dumont, uno de los consejeros de la empresa, dichas estufas poseen termostatos que permiten regular la temperatura de la sala en la que se encuentra, así como varias velocidades.
En cuanto a las calderas, que tienen más demanda “en lugares con climas más rigurosos”, como es el caso de Castilla y León, se basan en el sistema común de calefacción mediante un circuito de agua y radiadores el coste de mantenimiento supone “la mitad que una de gasóleo”.
El consejero de la compañía reconoció que en los 2 años de vida de Numan, el desarrollo de la misma ha sido “complicado” puesto que “la gente no conoce” la biomasa, razón por la que Dumont consideró “necesario” dotarse de una red de distribución.
Europa Press