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Los grandes empresarios de Castilla y León apuestan por la colaboración público-privada para acelerar la recuperación

Durante la jornada de Castilla y León Económica por su 25 aniversario, en la que el presidente de las Cortes Regionales recuerda los 1.500 millones asignados ya de los fondos europeos
Foto de familia de los asistentes a la jornada

Los presidentes de Pascual, Cerealto Siro, Huercasa, Europac e Incosa coincidieron en su apuesta por la colaboración público-privada como herramienta esencial para acelerar la recuperación económica, en la jornada organizada este jueves en Valladolid por Castilla y León Económica con motivo de su 25 aniversario con el título Diálogos para dinamizar la recuperación económica, la visión de los Premios de Honor. En el encuentro, pusieron en valor la llegada de los fondos europeos para consolidar esa mejoría.

En la clausura del evento, que contó con el patrocinio de la Unión Regional de Cajas Rurales de Castilla y León (UCAR) y la colaboración de las Cortes RegionalesGRIIndustrias MaxiMapfreSamylSodical y Sothis, Luis Fuentes, presidente del Parlamento autonómico, afirmó que la Comisión Europea, “aunque no han llegado aún”, ha asignado a Castilla y León los primeros 1.500 millones de euros correspondientes al Plan de Recuperación, “una cantidad que, aunque es del todo insuficiente, nos sirve para marcar la hoja de ruta a seguir en los próximos meses”.

“Es tiempo para la concordia

En su discurso, abundó en que es tiempo de sinergias, de diálogo y de entendimiento “para hacer frente a las situaciones complicadas y a las discrepancias, aportando soluciones a los problemas de los castellanos y leoneses, favoreciendo la creación de empleo y de bienestar social. Insisto en que la clave reside en la estabilidad, que se erige como la campana que llama a la inversión y estimula el consumo”

Precisamente, apuntó que es preciso seguir propiciando espacios de colaboración público-privada “para escuchar y atender las necesidades de quienes sois el principal motor de riqueza de esta tierra, motor de desarrollo, de innovación y de retención de talento. En definitiva, es tiempo para la concordia, para volver a construir una nueva etapa basada en la confianza como eje vertebrado, confianza mutua entre empresarios e instituciones porque de esta alianza depende el futuro de nuestros jóvenes”

No en vano, recalcó que los datos económicos en la recta final de este año muestran “una clara remontada“, por lo que adelantó que nos encontramos ante “una oportunidad para avanzar con paso firme hacia los cambios que necesitamos. Y la principal razón es que las buenas expectativas económicas se afianzan al compás de la mejora sanitaria”.

Sensibilidad hacia el medio rural

Por su parte, Carlos Martínez Izquierdo, presidente de la UCAR, incidió en que Castilla y León es la región con más municipios sin sucursales bancarias, con 1.660. “Sólo en el año de la pandemia echaron el cierre 179 oficinas. En total las cajas rurales aportamos al mapa financiero de la región 291 oficinas y  259 cajeros automáticos”, puntualizó, al tiempo que destacó que las cooperativas de crédito “seguimos creciendo y abriendo oficinas en este contexto de repliegue por parte de las principales entidades de nuestro país”

Al hilo de esto, ahondó en que sus consejos rectores están compuestos “por hombres y mujeres con sensibilidad hacia el medio rural, hacia nuestra tierra, pensando en local pero actuando en global y, por supuesto, sin descuidar lo regional”. En esta línea, explicó que las cajas rurales están aumentando sus capacidades, “sobre todo en empatía, en entender lo que necesitan empresarios, emprendedores y autónomos”. No obstante, reconoció que están intentando hacer frente al “desierto financiero en el que se está convirtiendo el entorno rural de nuestra comunidad autónoma”.

Además, Martínez Izquierdo señaló que Castilla y León es una de las regiones europeas punteras en renovables, siendo la primera comunidad autónoma productora de estas energías, un ámbito al que las cooperativas de crédito están apoyando con su participación en proyectos sobre energía eólica y fotovoltaica. Así, aludió a los conceptos que imperan en la nueva economía sostenible, como son los criterios ASG (ambientales, sociales y gobierno-corporativos) “que en las cajas rurales llevamos trabajando desde nuestros inicios y seguirán siendo uno de nuestros principales ejes”.

El directivo aprovechó su intervención para reconocer también el papel de la revista Castilla y León Económica, “que hace que los empresarios, autónomos e instituciones y demás grupos de interés tengamos contexto e incluso voz para hacernos eco de lo que acontece en el tejido empresarial en las diferentes provincias que conforman nuestra región”.

En el encuentro se organizaron 2 mesas redondas. En la primera, titulada Estrategias para aprovechar la recuperación económica, y moderada por Luisa Alcalde, socia fundadora de Castilla y León Económica, participaron Tomás Pascual, presidente de Pascual; Juan Manuel González Serna, presidente de Cerealto Siro; y Félix Moracho, presidente de Huercasa.

Pascual aseguró que su empresa vivió la crisis “trabajando y aprendiendo bastante, porque el sector agroalimentario ha trabajado mucho y muy bien y hay que reconocer el esfuerzo que se hizo, especialmente en los primeros meses para hacer frente a los miedos de desabastecimiento”. Junto a Canadá, España fue el país con menos rotura de stock, dijo.

Reaprender a convivir

No en vano, reconoció que la crisis ha obligado a la sociedad a “reaprender a convivir y a asumir el omnitrabajo, una crisis que ha sido de oferta, pues la gente ha ahorrado”, lo que se puede traducir en un aumento del consumo. En el ámbito de la empresa, afirmó que aún “tenemos un par de años para seguir invirtiendo a precios razonables. Hay que invertir en proyectos que tengan un retorno que permita pagar las deudas y en iniciativas de empresas que reviertan en la sociedad”.

Por su parte, el presidente de Cerealto Siro, precisó que durante la pandemia “hemos sido héroes, pues seguimos trabajando cuando nadie salía de sus casas”, al tiempo que manifestó haberse sentido durante este tiempo como en un tiovivo. Así, señaló que se ha producido un cambio “bestial” en el consumidor, por lo que “hemos tenido que trabajar al infinito la sostenibilidad y la economía circular para poder ser una empresa que la sociedad quiera que sigamos existiendo, es básico para nuestro futuro, pues hacemos algo que antes no hacíamos. Desde hace 3 años nuestras fábricas son residuo 0”.

En su opinión, es importante aprender a manejar al máximo las capacidades de cada cual. “Durante la pandemia formulamos nuestro propósito nuevamente, estamos aquí porque cultivamos sueños para nutrir a más personas cada día”, matizó.

Asimismo, Moracho apuntó que a lo largo de los meses de pandemia “hemos estado escuchando al mercado para adaptarnos a los clientes, para lo que hemos tenido gran flexibilidad”. Por ello, afirmó ser consciente de que hay que desarrollar “un trabajo duro” en materia de sostenibilidad. “Se impondrá la racionalidad, usaremos el plástico que realmente aporte y el producto que sea prescindible habrá que eliminarlo. Se aplicarán criterios de sentido común”, comentó.

En cuanto a las amenazas de cara al futuro, consideró que se van a recuperar posiciones prepandemia a mediados del año que viene, “pero eso es recuperar lo perdido, porque lo que necesitamos es seguir creciendo de manera sostenible”. Hay factores externos que destacó, como la evolución de la economía alemana, “que se está enfriando”, los rebotes de inflación y las perturbaciones en los mercados de materias primas y la energía.

El segundo debate, conducido por Alberto Cagigas, director de Castilla y León Económica, llevó por título Retos de las empresas en un mercado en transformación, con la participación de José Miguel Isidro Rincón, fundador de Europac; y Gerardo Gutiérrez, propietario de Incosa.

Castilla y León, una región maldita

El fundador de Europac hizo hincapié en que Castilla y León es “una región maldita”. En su opinión, hay que apostar por sus ventajas competitivas, como el mundo forestal, “que está abandonado no sólo en la región, también en España. Tenemos una materia prima como la madera que es magnífica”. A esto añadió el déficit de comunicación, “que no se atiende”, así como que “debemos ser una región netamente exportadora”.

Respecto a los fondos europeos, dijo que uno de sus problemas es la ejecución y “la capilaridad de este sistema para llegar a las pymes es inexistente. No he visto en ningún lado que se explique cómo se van a repartir. El miedo que me dan estas ayudas es la urgencia por quemarlas”.

Por último, Gutiérrez apuntó que en Castilla y León “tenemos un problema de extensión asociado a la falta de gente porque no hay natalidad y estamos progresivamente envejecidos. Sin recambio generacional, todo se complica. La primera materia prima que necesitamos para trabajar son las personas, lo que es un problema difícilmente soluble”.

El propietario de Incosa señaló otro problema, “no particular de la comunidad autónoma, que es la falta de certidumbre y seguridad jurídica para abordar los negocios”. Pese a ello, “encontramos en nuestra tierra gente dispuesta a trabajar, seria y comprometida. Si tuviera que repetir la inversión productiva, lo haría de nuevo en esta región”. En relación con los fondos europeos, consideró que están bien planteados, “porque contribuyen a invertir más. Europa está haciendo una apuesta inversora en torno a la digitalización y la sostenibilidad. El resultado es que no creo que tengan el uso para el que se han concebido”.

Recuperar empleo a través del dinamismo empresarial

Por su parte, Cagigas explicó que gracias a que se ha logrado embridar la pandemia, “la economía empieza a crecer a la vez que se reducen los niveles del paro, y se dispara el consumo interno, pero queda mucho por hacer pues en la actualidad España todavía arroja una pérdida en el número de empresas de más 44.500 negocios respecto al mismo período de 2019. En Castilla y León en el año 2020 el cómputo global del tejido empresarial se redujo en más de 1.200 negocios”

En su intervención, destacó que todo indica que se está revirtiendo esta tendencia, pues en los primeros 8 meses de 2021 se han creado en la región 1.934 empresas, lo que representa un 36% más que en el mismo período del pasado año. “Creo que este dato es muy ilusionante porque sólo a través del dinamismo empresarial volveremos a recuperar los niveles de riqueza y empleo del período prepandemia. En mayo ya os dije en otro evento que cuando hace 25 años fundamos Castilla y León Económica, jamás, jamás pensé que llegaríamos a publicar un titular como éste: España registra el mayor colapso económico de su historia en tiempos de paz al desplomarse su PIB un 11% en 2020. Ojalá que en breve podamos publicar que España registra el mayor crecimiento económico en tiempos de paz”, avanzó.

Castilla y León Económica

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