Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.804 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento del 3,7% respecto al ejercicio anterior. El beneficio bruto de explotación (ebitda) se situó en 7.319 millones de euros en este período (-7,3%), debido a la “pobre” evolución del negocio en España como consecuencia de la baja producción hidroeléctrica.
Esta cifra también incluye una partida extraordinaria de gastos destinados a planes de eficiencia que asciende a 203 millones de euros y que contribuirán a mejorar la eficiencia futura del grupo. Excluyéndola, el ebitda ajustado hubiera alcanzado los 7.522 millones de euros.
Por negocios, el ebitda de redes aumentó un 3,6%, hasta 4.228 millones de euros, y el de renovables creció un 6,1%, hasta 1.592 millones de euros. Sin embargo, el área de generación y clientes, lo redujo un 29%, hasta 1.601 millones de euros, debido a la escasa producción hidroeléctrica ya mencionada en España por efecto de la sequía, así como a los menores márgenes y mayores gastos por obligaciones gubernamentales en Reino Unido.
Las inversiones del grupo continuaron incrementándose, hasta alcanzar los 5.891 millones de euros en 2017, un 38% más que en el ejercicio anterior. De este importe, el 90% se destinó a negocios regulados o con contratos a largo plazo y un 72% correspondió a proyectos de crecimiento.
Inversión
Además, Iberdrola invertirá 32.000 millones de euros durante el período 2018-22, lo que “sentará las bases para un crecimiento sostenible” en la próxima década, según anunció la compañía este miércoles. Más de un 90% del total se destinará a actividades reguladas o con contratos a largo plazo, de acuerdo con la estrategia del grupo de centrarse en negocios con retornos estables y predecibles.
Así, 15.500 millones de euros (cerca del 50% del total) se destinará a redes, 11.500 millones de euros (un 37% de la inversión), a renovables y 2.800 millones de euros (un 9%), a generación y clientes. El 4% restante (1.400 millones de euros) corresponderá a generación contratada.
Ignacio Sánchez Galán, presidente del grupo, aseguró que el plan es “totalmente coherente con nuestra estrategia de los últimos años, al tiempo que aprovecha las oportunidades que brinda el nuevo entorno digital. En esencia, continúa centrando el crecimiento en oportunidades específicas de negocios regulados y con contratos a largo plazo, que ofrecen visibilidad de los ingresos, mantienen una cartera de proyectos diversificada geográficamente y permiten un mayor crecimiento más allá de ese marco temporal”.
La compañía asegura que la mayor parte de las inversiones previstas (un 75%) está ya comprometida o prácticamente asegurada. Por divisas, un 38% se ejecutará en dólares, un 25% en euros, un 19% en libras esterlinas y un 18% en reales brasileños.
Gracias a estas inversiones, la compañía prevé incrementar su potencia renovable un 24% respecto al cierre de 2017, hasta los 36.200 megavatios. También aumentará su capacidad de almacenamiento, que pasará de los 80 gigavatios hora (GWh) actuales a 100 GWh al final del período (+25%).
Asimismo, el grupo espera que un 35% del beneficio bruto de explotación (ebitda) de 2022 se genere en euros, un 29% en dólares, un 20% en libras esterlinas y el restante 16%, en reales brasileños.
Los planes de la compañía están “en sintonía” con los 3 vectores fundamentales del proceso de transformación que está viviendo el sector energético en la actualidad: la descarbonización, que lleva consigo un fuerte proceso de electrificación de la economía; los avances tecnológicos, que están permitiendo reducir los costes y crear nuevas oportunidades de negocio; y la mayor conectividad del consumidor, que le dota de un mayor protagonismo y capacidad de interacción.
Previsión de beneficio 2018-22
Los planes de Iberdrola para el período 2018-22 permitirán a la compañía continuar incrementando sus resultados. Según las previsiones del grupo, el ebitda se situará entre los 11.500 y los 12.000 millones de euros al final del período. Se espera que el 84% del beneficio bruto de explotación para el año 2022 provenga de actividades reguladas o con contratos a largo plazo.
Por negocios, y sobre el rango mencionado de 11.500-12.000 millones de euros, la contribución al ebitda de Iberdrola por áreas quedará de la siguiente forma: redes aportará el 50%; renovables, el 27%; generación y comercial, el 16%; y generación contratada, el 7%.
La empresa espera que la eficiencia, medida con el ratio gasto operativo neto sobre margen bruto, mejorará en 2022 desde el 31% de 2017 al 26%, suponiendo un ahorro acumulado superior a los 1.000 millones de
euros en el período.
Por otra parte, la plantilla permanecerá estable en el entorno de los 35.000 empleados, si bien se prevé un 10% de rotación de la misma, en donde las jubilaciones naturales permitirán la actualización de la organización, la atracción de talento joven y la formación continua de sus profesionales para abordar con éxito las exigencias del nuevo entorno competitivo y de la digitalización.
Evolución
Los fondos generados en operaciones (FFO) ascenderán a 42.000 millones de euros en el periodo, de forma que excederán las inversiones realizadas en todos los negocios. La solidez financiera del grupo medida con el ratio fondos generados en operaciones (FFO) sobre deuda neta alcanzará el 24%, desde el 21,5% de 2017.
Al final del período, Iberdrola mantendrá inversiones en curso por valor de 9.000 millones de euros, que asegurarán la generación sostenible de resultados más allá de 2022 y permitirán sentar las bases de su crecimiento en la próxima década. Por su parte, y como consecuencia de todo lo anterior, el beneficio neto se situará entre 3.500 y 3.700 millones de euros en 2022.
Esta positiva evolución permitirá a la compañía mantener su política de remuneración al accionista, que crecerá en línea con los resultados del grupo, manteniendo un pay out de entre el 65% y el 75%. De acuerdo con las estimaciones de la compañía, ello implicaría alcanzar un dividendo de alrededor de 0,4 euros brutos por acción en 2022.
Iberdrola prevé además continuar llevando a cabo su programa de dividendo flexible, manteniendo el número de acciones del grupo en 6.240 millones a través de un programa de recompra de acciones similar a los ejecutados durante los últimos ejercicios.
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