El Gobierno autonómico recaudó 477,7 millones de euros el año pasado por los tributos que gestiona, cifra muy similar a la registrada en 2011, si bien esta cuantía se alcanzó gracias a los nuevos impuestos propios, que inyectaron 47,7 millones a las arcas autonómicas.
De no haber sido por esta aportación adicional, los ingresos fiscales de la Junta habrían descendido el 12,4%, puesto que las figuras tributarias tradicionales –ligadas a las transacciones inmobiliarias y la formalización de escrituras– continuaron acusando la crisis económica y de la construcción.
De hecho, las estadísticas del Instituto Nacional de la Vivienda revelan que en 2012 la venta de vivienda nueva y de segunda mano disminuyó el 20,9% y el 14,3% en la región, respectivamente. Esto tuvo su reflejo en las hipotecas constituidas, que bajaron el 26,8% en la comunidad. El importe medio también fue el 22,7% inferior al de 2011.
Transmisiones patrimoniales
Con todo, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales fue el segundo que más recursos sumó a las arcas autonómicas el pasado ejercicio, 126,9 millones de euros (el 18,5% menos que el año anterior). El primero fue el de Sucesiones y Donaciones, que con 131,1 millones –el 7,3% más– repitió como el único que incrementó su aportación.
En tercer lugar se situó el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados, que agregó otros 81,2 millones de euros a las cuentas de la Junta, el 27,2% menos que en 2011, mientras que la recaudación por la Tasa sobre el Juego cayó el 10,2%, hasta los 68,4 millones.
Los nuevos tributos propios –el Impuesto sobre la Afección Medioambiental causada por determinados aprovechamientos del agua embalsada, por los parques eólicos y por las instalaciones de transporte de energía eléctrica de alta tensión (IAM), y el Impuesto sobre la Eliminación de Residuos en vertederos (IER)– añadieron 47,7 millones a los Presupuestos. Conviene recordar que esta cifra corresponde únicamente a 3 trimestres, dado que entraron en vigor el 1 de marzo de 2012.
Caída del 51%
Si se analiza lo ocurrido durante los 5 años de la crisis, el resultado es que la recaudación fiscal ha pasado de los 974,1 millones que se contabilizaron en 2007 a los 477,7 registrados en 2012, lo que implica una caída del 51%. De no ser por los 47,7 millones que han proporcionado los nuevos impuestos propios el descenso habría sido aún mayor, del 56%.
Tanto es así que los impuestos que gestiona la Junta representan actualmente algo menos del 5% del Presupuesto regional. Se trata de un peso muy inferior al que tenían en 2007, cuando suponían el 10% de los ingresos de las cuentas de la comunidad autónoma.
Beneficios fiscales
La Consejería de Hacienda mantuvo el año pasado su política de reducción selectiva de impuestos, que se plasmó en la aplicación de 50 beneficios fiscales tanto en el IRPF como en los tributos que gestiona la Junta. Las reducciones y bonificaciones en los Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones y sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados favorecieron a 72.982 castellanos y leoneses, que han accedido a un ahorro potencial de 346,3 millones de euros.
Por otra parte, dentro del Plan de Control de la Consejería de Hacienda, en 2012 se realizaron 29.933 actuaciones que permitieron aflorar fraude por importe de 81,7 millones.
Castilla y León Económica