“A un emprendedor que inicia su proyecto empresarial le diría, sobre todo, que pierda el miedo a salir al exterior, a buscar nuevos mercados y llevar sus productos y servicios allí donde puede haber clientes interesados en adquirirlos. Es fundamental, si se quiere liderar un proyecto de futuro, que el negocio esté lo más diversificado y globalizado posible. Además, hay que aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías para gestionar de una manera eficiente proyectos muy globales. Se pueden tener en Castilla y León los centros de decisión y de desarrollo tecnológico pero, para ser verdaderamente competitivos, tienen que estar apoyados por oficinas técnicas y comerciales en otros países creando así equipos transnacionales que aporten valor y permitan contar con todo tipo de talento”. Palabra de María Helena Antolín, quien conoce como pocos los entresijos del Grupo Antolín, la mayor empresa castellana y leonesa, de la que es vicepresidenta. No en vano, como ella misma asegura, a lo largo de los años ha trabajado “en todas las caras del negocio. Tenía muy claro que quería conocer bien la compañía, tanto desde la parte industrial como la corporativa. También he tenido la oportunidad de aprender el negocio en otros países, como Alemania, Francia e Italia, lo que me ha dado una visión internacional de una industria muy global y competitiva”.
La empresaria reconoce que no estaba predestinada desde niña a formar parte de la compañía familiar. “Fue algo que surgió poco a poco. Desde pequeña vivía muy intensamente todo lo que pasaba en la empresa. A medida que me hice mayor y empecé a ser consciente de la realidad del negocio, fue creciendo un sentimiento de querer ayudar a la compañía, de compromiso con su futuro”, señala.
Precisamente de esa primera etapa, de la niñez, María Helena rememora la “pasión” que su padre, José Antolín y su tío Avelino, fundadores de Grupo Antolín, “ponían en cada decisión que tomaban en la empresa. En casa se respiraba automóvil por cada rincón. De mi padre me han quedado los valores que han sido claves para que Grupo Antolín haya llegado donde está ahora. Primero, el esfuerzo, el trabajo y la pasión. Sin esas 3 condiciones no se logra nada; y después, la humildad a la hora de hacer las cosas y el trabajo en equipo. En ese sentido, es esencial rodearte de los mejores profesionales, por eso en Grupo Antolín cuidamos mucho la formación y la atracción del talento”.
Humildad y cercanía
Su padre también es, para Maria Helena, “mi referente más cercano. Representa un modelo de empresario que admiro. Una persona con una gran humildad a la hora de hacer las cosas y cercano con su equipo, a quien trata siempre de motivar. Un empresario, además, que con su esfuerzo es capaz de crear valor en su país”.
El momento más difícil de su carrera empresarial ha sido reciente. “Sin lugar a dudas, lo vivido en el último año por la pandemia. Durante estos meses, sus terribles consecuencias en la salud de mucha gente nos han generado a todos una gran incertidumbre y preocupación. Al mismo tiempo, el negocio sufrió un duro impacto a mediados de 2020 por la fuerte caída de la demanda tras las medidas de confinamiento y la parálisis de la producción. Desde el inicio lanzamos planes de prevención para velar por la salud y seguridad de todos nuestros empleados, que ha sido la prioridad absoluta. Afortunadamente, contamos con una sólida posición financiera que, unido al esfuerzo de todos los colaboradores y una eficaz gestión, nos ha permitido superar esta crisis”, detalla.
Innovación y talento
El modelo de gestión de Grupo Antolín siempre se basa en una combinación “de innovación permanente y talento y esfuerzo de nuestros colaboradores. Todo acompañado de una estrategia que gira en torno a la internacionalización y una gestión inspirada en la excelencia, el trabajo en equipo, la mejora continua y la búsqueda permanente de la calidad”.
La compañía burgalesa atraviesa en la actualidad una importante transformación para aprovechar el cambio que vive la industria del automóvil hacia vehículos con más tecnología y sostenibles. “La digitalización y la conectividad van a cambiar por completo el interior del automóvil, y como líder en ese campo, queremos ser un actor clave de esta transformación, integrando nuevas tecnología en nuestros componentes”, sostiene María Helena.
Respecto a Castilla y León, la empresaria señala que la región se encuentra “ante la oportunidad de seguir siendo clave en el futuro del sector automovilístico, aprovechando su importante tejido industrial y su competitiva red de proveedores, pero tiene que continuar mejorando algunos aspectos, como sus infraestructuras logísticas. Tenemos que ser conscientes de que existe una fuerte competencia en la industria por atraer nuevos proyectos, tanto entre las propias regiones españolas como a nivel europeo. Gracias a la mejora de su competitividad y productividad, Castilla y León estará bien posicionada para seguir siendo un lugar atractivo para invertir”.
Descubrir lugares y personas
La vicepresidenta del Grupo Antolín tiene una sólida formación académica pues es licenciada en International Business & Business Administration en Eckerd College, St. Petersburg, Florida (EE UU) y Master en Business Administration por Anglia University, Cambridge (Reino Unido) y por la Escuela Politécnica de Valencia.
En la actualidad, compagina la vicepresidencia en Grupo Antolín con sus cargos como consejera de Iberdrola y presidenta de su Comisión de Nombramientos; presidenta de Sernauto; consejera de Comercio Exterior de Francia sección España (CCE); así como integrante de la Comisión Permanente del Club Excelencia en Gestión y vocal en la Junta Directiva del Instituto de Empresa Familiar.
Entre sus aficiones destacan el buceo, el esquí y viajar. No en vano, asegura que de joven “tenía claro que quería ver mundo, descubrir nuevos lugares y personas. He tenido la inmensa suerte de poder hacerlo, tanto desde el punto de vista profesional como personal”.
Futuros profesionales
Su vinculación con Castilla y León es muy estrecha: “primero porque es la región donde mi familia y yo vivimos y donde mi padre y mi tío iniciaron hace más de 70 años un proyecto empresarial de éxito que actualmente es uno de los mayores fabricantes de componentes para el interior del automóvil del mundo. En Burgos está ubicada nuestra sede y el principal centro de ingeniería e innovación de la empresa. Cerca de 1.500 personas de nuestra comunidad autónoma trabajan para la compañía, donde además tenemos una importante red de proveedores y centros tecnológicos y una relación muy estrecha con sus universidades para contratar y formar a nuestros futuros profesionales”.
Más información en el número de mayo de Castilla y León Económica
