Los representantes de las estaciones de servicio de Castilla y León calculan que la Junta podría dejar de ingresar en torno a 45 millones de euros hasta julio por la aplicación del céntimo sanitario, ya que, hasta mayo, se habían dejado de percibir hasta 27 millones de euros, con una caída del 23,09% de las ventas y consecuencias más negativas en la provincia de Burgos -por su cercanía con el País Vasco-.
En este contexto, Horacio San Segundo, presidente de la Federación de Asociaciones de Estaciones de Servicio de Castilla y León, solicitó una vez más que la Administración autonómica “dé marcha atrás” en la aplicación de este tributo de forma “urgente”, ya que los transportistas se están acostumbrando a repostar en otros puntos fuera de la región y son “una clientela muy difícil de recuperar”.
San Segundo reiteró además que se han perdido alrededor de 1.400 puestos de trabajo como consecuencia de la aplicación de esta medida dada la importancia de la hostelería en las estaciones de servicio.
Europa Press / Castilla y León Económica