Precocinados El Campo, con sede en Sanchonuño (Segovia), exporta ya el 80% de su producción de mazorca de maíz y remolacha roja, lo que representa alrededor de 15 millones de kilos al año y entre 45 y 50 millones de envases, a países como Finlandia, Alemania o Francia. A la par, en España la demanda crece de manera constante.
“Los productos de quinta gama engloban un proceso complejo e innovador que garantiza que el alimento llega listo para su consumo después de asegurar su trazabilidad, desde la siembra y la selección de las mejores variedades de semillas y campos hasta el pelado del producto, la cocción y el proceso de esterilización”, explica Silvia Muñoz, gerente de esta compañía segoviana con 70 trabajadores, quien recuerda que el mercado reclama este tipo de productos “porque la persona que cocina en casa busca seguir con un hábito de vida saludable, pero se encuentra con que no tiene tiempo. De ahí nuestro eslogan Te regalamos tiempo para los tuyos”. En concreto, dispone de 600 hectáreas, de las que el 80% se sitúan en las provincias de Valladolid y Segovia.
Trazabilidad
La empresa, que incluye también en su catálogo la patata de la variedad parisina, controla todo el proceso a través de dos protocolos de calidad, como son Global GAP o IFS. El primero supone la supervisión de los productos fitosanitarios y un respeto por el medio ambiente por parte de profesionales formados “que están en contacto con los agricultores aconsejándoles y escuchándoles en todo momento, hasta llegado el tiempo de la recolección”.
En cuanto a IFS, cuando el producto llega a las instalaciones de la compañía, se le aplican estrictas normas de control para obtener un alimento con las máximas garantías sanitarias. “Otro punto fundamental son los agricultores, profesionales que conocen el sacrificio del trabajo, gente que ha sabido evolucionar mejorando los cultivos, lo que nos lleva a tener un producto de máxima calidad y sabor, capaz de competir con el maíz que llegue de cualquier parte del mundo”, puntualiza Muñoz.
La calidad se asegura en el laboratorio, donde una vez finalizado el proceso el producto es almacenado durante siete días para analizar la estabilidad microbiológica y realizar controles de Ph. Además, todo el maíz se certifica con el sello Identidad Preservada, que garantiza que no es transgénico.
En la actualidad, la firma segoviana promueve el consumo de maíz a través de la mascota Mazorquín, que muestra a los niños cómo comer este producto y a los padres, sus propiedades nutricionales. “En España no estamos acostumbrados a incluir este alimento en nuestro menú. Nos queda aún mucho camino por recorrer”, indica Muñoz, que recuerda que se está trabajando en una campaña de verano, con el eslogan Amor al primer mordisco, para promover esta verdura.
Compromiso social
Precocinados El Campo está muy comprometida con promover los hábitos de vida saludable entre niños y jóvenes, por eso puso en marcha su campaña Disfruta comiendo sano, que incluye ámbitos como el apoyo al equipo de fútbol de Sanchonuño (Segovia), la organización de su carrera solidaria a favor de Aspaym Valladolid o el respaldo a deportistas como el atleta Óscar Fernández Giralda.
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