Quesos Cerrato celebró en 2018 su 50 aniversario con el lanzamiento al mercado de Cerrato 1968, un queso único por su sabor y calidad gracias a la sostenibilidad de las explotaciones de sus socios ganaderos, que se elabora en la fábrica que la cooperativa tiene en Baltanás (Palencia). “La leche de oveja le aporta intensidad de sabores y olores característicos, suavizados por la de vaca. Así, su textura es fundente y su sabor intenso, debido a su larga curación durante 10 meses, y agradable al paladar. Su sabor en boca presenta un ligero toque picante y equilibrado”, explica Miguel Ángel Liras, presidente de esta cooperativa integrada en Agropal Grupo Alimentario.
Los maestros queseros de Quesos Cerrato han adaptado la tradición y artesanía en la elaboración de los quesos existente en todos los pequeños pueblos de la comarca del Cerrato a las cualidades de una leche fresca de recogida diaria en las explotaciones los socios ganaderos de Agropal para conseguir unos productos únicos, saludables y con un sabor coincidente con los gustos de los consumidores actuales.
“Agropal siempre ha sabido adaptarse a las demandas más actuales del mercado para llevar directamente a la mesa de los clientes lo que demandan en cada momento”, comenta Liras, que añade que Cerrato 1968 se ha hecho un hueco en los lineales de importantes cadenas de hipermercados y supermercados a nivel nacional: “la acogida por parte de los consumidores ha sido excelente y en las diferentes catas que se han realizado los resultados obtenidos han sido un éxito, superando al resto de productos de su categoría”.
Biomasa
Para fabricar sus quesos, Agropal aprovecha la energía generada por una caldera de biomasa que consume la paja del cereal de sus socios, de manera que consigue una importante disminución de sus emisiones de C02. “Se trata de un ejemplo de sostenibilidad que, siguiendo el modelo de economía circular, nos permite poner a disposición de los consumidores quesos exclusivos llenos de sabor y contribuir a mantener la población en los pequeños pueblos y el paisaje de nuestros campos”, subraya el presidente de la cooperativa.
“Apostar por Quesos Cerrato es hacerlo por Castilla y León, ya que trabajamos a diario para transformar y llevar a los lineales las producciones de agricultores y ganaderos, lo que mejora la viabilidad de sus explotaciones. Asimismo, nuestra red comercial, acerca estos productos a toda la geografía nacional e internacional”, comenta Liras, que detalla que la compañía ha establecido relaciones comerciales en países europeos como Alemania, Bélgica, Holanda, Francia, Reino Unido y Luxemburgo, así como en otros destinos de Asia y América.
Empleo en el medio rural
Liras señala que la fábrica de Quesos Cerrato en Baltanás es un ejemplo de generación de empleo en el medio rural, donde más de la mitad de los trabajadores son mujeres. “Agropal apuesta por el futuro de la agricultura y la ganadería de Castilla y León con el desarrollo de una industria propia para transformar productos y los hacen llegar a los consumidores en forma de alimentos de la máxima calidad”, concluye.
Desde su fundación en 1968, Quesos Cerrato se ha convertido en la tercera quesería de Castilla y León y la mayor cooperativa de España en la elaboración de quesos. Gracias al modelo cooperativo de Agropal, donde se integra toda la cadena de valor agroalimentario en un ciclo de producción completo, el pasado año Quesos Cerrato recogió más de 64 millones de litros de leche, lo que supuso un aumento del 26% respecto a 2017. Por su parte, Agropal, formada por más de 8.000 socios, se ha convertido en uno de los grandes grupos alimentarios de Castilla y León, con presencia en diferentes actividades, como son cereales, alfalfa, vezas, quesos, legumbres (lenteja, alubias y garbanzos) y carne de ternera con Marca de Garantía Carne de Cervera.
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