“A veces pensamos que la Sanidad sólo depende de los responsables políticos pero va a depender mucho más de la implicación de los profesionales en defensa de su actividad mediante prácticas eficientes y del buen uso por parte de los ciudadanos”. Este es el principal mensaje que Antonio María Sáez Aguado, consejero de Sanidad de la Junta, quiso transmitir a los asistentes a la jornada Nos jugamos nuestro futuro organizada este viernes por Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL).
El representante del Ejecutivo autonómico reconoció que es momento de “replantearse algunas cosas” y analizar “reformas estructurales” para garantizar la prestación de este servicio en el futuro. “Es necesario avanzar hacia una Sanidad más eficiente que contribuya a su sostenibilidad”, subrayó Sáez Aguado.
Pese a estos retos, el consejero aprovechó la ocasión para recordar que la Sanidad es el servicio público “mejor considerado” en Castilla y León, a su vez la tercera región con mayor índice de satisfacción de los ciudadanos sobre esta materia concreta, según el último Barómetro sanitario elaborado por el CIS.
Además, aseguró que su área es “prioritaria” para la Administración autonómica, que le ha concedido más peso con respecto a otros departamentos desde que asumió las competencias sanitarias. Según sus datos, la Sanidad es “la mayor empresa de Castilla y León”, con más de 38.000 trabajadores y un presupuesto de casi 3.500 millones para el presente ejercicio, casi el 35% del total manejado por la Junta.
Reformar, mejor que recortar
Durante la presentación del consejero, Gerardo Gutiérrez, presidente de EFCL, reflexionó sobre la implantación del copago como instrumento para “desincentivar la demanda superflua” de servicios sanitarios o el posible fin de la sostenibilidad del sistema.
“El estado del bienestar no es otra cosa que transferir renta de los que trabajan a los que están inactivos. Esa ratio está cayendo y por lo tanto hay que cuestionarse si puede mantenerse tal y como se conoce”, argumentó antes de sentenciar: “Recortar es no tocar nada y hacer menos, es mejor reformar”.
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