Abadía Retuerta acaba de presentar su Informe de Responsabilidad Social Empresarial 2020, que alcanza ya su quinta edición, donde la transformación cultural, el turismo sostenible, la digitalización y la economía circular son algunos de los aspectos más destacados.
Enrique Valero, director general de la compañía, destaca la importancia que para la empresa tiene la RSE, que “es una forma de ser, de entender y de actuar, de trabajar coherente, transparente, ética y responsable y de ser sostenibles en el tiempo”.
Su última memoria anual, además de recoger las políticas de mejora constantes y sostenibles que ha implementado la empresa durante 2020 en el ámbito social, medioambiental y económico, también refleja el cambio cultural y de mentalidad que ha tenido que experimentar la misma para abordar los retos del último año. “Nos ha permitido actuar con determinación y rigor, con sentido de la responsabilidad y visión prospectiva”, asegura.
Una capacidad de adaptación que también ha favorecido la implementación del trabajo a distancia a través de su programa Elige con responsabilidad, basado en la flexibilidad espacial, en la que colaboradores con puestos que se adhieren a la política pueden trabajar desde cualquier lugar del territorio nacional. Y que se complementa con un beneficio interno apoyado en un procedimiento de flexibilidad horaria de entrada y de salida.
Según explica Valero, “es un programa de trabajo que hemos querido fomentar entre el equipo, apoyado en un principio de responsabilidad y que favorece la conciliación de la vida profesional con la personal y familiar”.
La iniciativa ha sido reconocida por la Fundación Más Familia, quien también ha avalado la inversión del 0,5% de la facturación total que destina a la formación de sus colaboradores, y que les ha valido el certificado de Empresa Familiarmente Responsable.
Turismo sostenible
Abadía Retuerta avanza en su propuesta de un turismo sostenible que pasa por la conservación de los recursos naturales del territorio y la activación de la economía local. Así lo refleja su último proyecto gastronómico inaugurado en 2020, Calicata Terroir Bar, donde la naturaleza, los materiales de diseño sostenibles, el huerto biodinámico de la finca, el producto local y los productores de la zona están en consonancia. Una filosofía de producto de cercanía, de temporada y de concepto sostenible que ha permitido a este destino experiencial, gracias a la propuesta presentada por su restaurante Refectorio, lograr su primera Estrella Verde Michelin. Un distintivo que no sólo tiene en cuenta el buen hacer de la cocina y el respeto por la materia prima del restaurante, sino que también reconoce la gestión de la responsabilidad social y medioambiental de Abadía Retuerta en sus 2 modelos de negocio: bodega y hotel. Este símbolo de excelencia se suma al segundo Sol Repsol logrado también por el restaurante.
Abadía Retuerta también se postula como un destino idóneo para contemplar el firmamento, libre de contaminación lumínica, ya que cuenta con la certificación de Hotel Starlight. Por parte de la bodega, se ha revalidado el sello Wineries for Climate Protection, que otorga la Federación Española del Vino (FEV). Un reconocimiento a su compromiso con el desarrollo sostenible y el medioambiente, y que sólo 32 bodegas españolas ostentan. Y ha sacado al mercado su vino Séptima Vendimia Solidaria, uno de sus proyectos más enriquecedores y comprometidos socialmente por la labor conjunta que llevan a cabo durante la recogida de la uva con entidades sociales del entorno.
Digitalización y economía circular
La transformación digital ha sido clave para dar respuesta a las nuevas exigencias. En el último año, Abadía Retuerta ha acelerado la digitalización de sus procesos para una mejora de la experiencia del cliente. Como la creación de una aplicación que facilita información detallada a sus huéspedes sobre el hotel y su reserva y que funciona como servicio de mensajería instantánea entre el cliente y el hotel. Y la minimización del consumo de papel, por consiguiente, que ha supuesto, al reducirlo en un 70% con respecto a años anteriores.
Y una contribución de forma activa al desarrollo de la economía circular, con soluciones más óptimas y eficientes de los recursos a través de la instalación de placas fotovoltaicas en la bodega, que han generado en el último año el 27% del consumo eléctrico anual del edificio o la sustitución de los productos de acogida del hotel por una gama más sostenible. Pero siendo la naturaleza uno de sus principales activos, otra de las mejoras en las que ha trabajado es la preservación de su biodiversidad en su Plan de Ordenación de Montes, la reducción al mínimo de los residuos de la bodega y el proyecto Plastic Free, con el objetivo de que para 2022 la compañía no utilice plástico de un sólo uso en cada una de sus áreas de trabajo.
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