Una familia integrada por los cónyuges, una hija de 4 años y un hijo de 8 meses, con unas rentas medias inferiores a 43.000 euros y una hipoteca puede llegar a pagar hasta 3.448 euros más si tributa por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en Extremadura o Asturias, en lugar de en Castilla y León.
Según el estudio sobre fiscalidad autonómica elaborado por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), la crisis ha traído consigo una tendencia a subir los impuestos, sobre todo el IRPF y el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, unido a la recuperación del Impuesto de Patrimonio para las rentas más altas y la búsqueda por parte de las administraciones autonómicas y locales de nuevas tasas con el fin de conseguir dinero.
Nuevas tasas
Así, Valentí Pich, presidente del Consejo General de Colegios de Economistas, explicó este miércoles que tasas como la de servicios sanitarios u ocupación turística en grandes ciudades “ya están encima de la mesa y darán que hablar en los próximos días”.
Luis del Amo, gerente del REAF, precisó que tras la subida estatal del IRPF, las comunidades autónomas que ya han incrementado sus tipos no tienen más margen de maniobra, por lo que lo único que podría pasar es que las que aún mantienen tipos inferiores a los que se aplicaban en 2010, como Madrid o La Rioja, se pongan al nivel del resto.
Las principales fuentes de recaudación impositiva en España siguen siendo el IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales, que suman el 85% de la recaudación impositiva total.
Europa Press / Castilla y León Económica