Valladolid es una excelente cantera de ejecutivos para la industria automovilística como demuestra, entre otros casos, Ángel Rodríguez Lagunilla, nombrado en octubre del pasado año presidente de Iveco España, además de mantener el rol de director global de Manufacturing de la compañía, cuya misión es seguir posicionando a la empresa, único fabricante en nuestro país de vehículos industriales, como referente en el sector.
Este licenciado en Ingeniería Técnica Industrial por la Universidad de Valladolid cuenta con una amplia experiencia en la multinacional pues en 1998 comenzó su carrera profesional en Iveco, donde ha desempeñado diferentes cargos de responsabilidad, como director de las plantas españolas de la marca en Valladolid y Madrid. En 2015 fue nombrado responsable de producción de vehículos industriales y autobuses para la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África).
Juventud
Como recuerda Rodríguez Lagunilla, estar en la cúpula directiva de una gran marca no entraba en sus planes durante su juventud: “cuando comencé a estudiar Ingeniería tenía la justa ambición, que se suele tener en ese momento, de crecer y tener mayor responsabilidades pero nunca tuve una visión de querer ser directivo. Así que, en mi caso, no fue una decisión, sino que, cuando entré a formar parte de una empresa multinacional, comencé a trabajar y con los años fui adquiriendo más experiencia, hasta que la compañía decidió apostar por mí y asumí puestos de más responsabilidad hasta alcanzar cargos como la dirección de una fábrica, la dirección industrial de una región o de Europa o una Presidencia como la que ocupo actualmente”.
No obstante, reconoce que en la actualidad “debo decir que es una labor que desempeño con mucho gusto y una experiencia que disfruto cada día, sobre todo el poder gestionar equipos, y tener la visión que uno tiene desde dentro de una multinacional como es Iveco”.
Trabajo en equipo y motivación
De su gestión depende una empresa que en España alcanza una facturación de 2.067 millones de euros, de los que el 77,5% procede de las exportaciones, con una plantilla de 3.697 empleados y fábricas en Madrid y Valladolid. Sobre su modelo de dirección, explica que se basa en el equipo: “creo que la fuerza y el éxito de las personas está basado en el equipo, en la habilidad que uno tenga de rodearse de gente válida y también de saber gestionar, motivar e involucrar a ese equipo. Al final es el éxito del equipo el que da el éxito o no a un gestor. Personalmente, creo que las claves para ello son escuchar, motivarles para que tengan la libertad de expresar sus comentarios y opiniones y que se tomen las decisiones que en ese momento pueden parecer las más adecuadas”.
En la actualidad, afronta el reto de garantizar la seguridad de la plantilla: “en Iveco España y en manufacturing a nivel global tiene que ser obligatoriamente nuestro primer pensamiento; el cómo preservar la seguridad de todos nuestros equipos en una situación tan compleja como la que estamos viviendo”. Además, se marca el objetivo de situar a la empresa dentro de nuestro país “en la posición que le corresponde y que históricamente como marca siempre ha tenido en nuestro país, también por la presencia y calidad industrial y de nuestra red. Debemos ocupar ese valor y hacer frente a todo lo que el futuro nos depara, desde el punto de vista de la evolución que van a tener los productos, los procesos, los retos de la descarbonización, digitalización, aportando la sostenibilidad que también tenemos que dar dentro del sector. Y más si cabe, siendo una empresa de transporte por carretera, donde la sostenibilidad del servicio que tenemos que ofrecer tiene que ser nuestro primer objetivo”.
Referentes
Reconoce que en su trayectoria profesional ha tenido como referentes a Javier Colón, ex vicepresidente Industrial de Iveco, y Jaime Revilla, anterior presidente de Iveco España. “De ellos destacaría cómo gestionaban los recursos, las personas y cómo motivaban a sus equipos. Han sido 2 personas en las que muchas veces me intento ver o he querido adquirir o tomarles de ejemplo, desde el punto de vista personal, de cómo actuar”, resalta.
En su dilatada trayectoria en la marca hasta alcanzar la Presidencia de Iveco España, reconoce que ha atravesado situaciones complicadas, “como cuando tuvimos que hacer frente a todo el plan industrial que se lanzó, con el cierre de la planta de Alemania y el traslado de la producción a la fábrica de Madrid, la contratación y el lanzamiento de un vehículo nuevo. Se vivieron unos meses bastante intensos de gestión, responsabilidad y decisiones”.
Recuerda que otro momento difícil “fueron los primeros años de ERTES, que me tocaron vivir en Valladolid en los años 2009 y 2010, donde nunca se habían implantado y tuvimos muchos días la planta cerrada. Y por supuesto, también el mes de marzo y abril del pasado año, con la gestión de la pandemia, de cerrar las fábricas de un día para otro, y de trabajar para activar todos los protocolos de seguridad con la incertidumbre que había en ese momento con este virus”.
Equipo
Para desarrollar una gestión eficaz, Rodríguez Lagunilla recomienda “rodearse de un buen equipo para hacer frente a la globalización y a la tecnificación y, sobre todo, tener la visión, desde el punto de vista de empresa, de formar a tus empleados en las competencias con las que tendrá que enfrentarse en un futuro. Porque al final, todo pasa por las personas”. Y añade: “desde luego, también tomar decisiones sobre las inversiones lo más correctas y encaminadas a esos objetivos, marcarse una estrategia de qué y cómo recorrer el camino y fijarse una ruta clara de cómo lograrlo”.
De niño, este ejecutivo vallisoletano, como muchos otros, quiso ser futbolista “pero finalmente la Ingeniería me empezó a atraer cada vez más y decidí que el balón no era lo mío”. Para relajarse del intenso trabajo, y aunque es gran aficionado al fútbol y al baloncesto, “lo que más practico y con el poco tiempo libre que tengo es el golf. Pero sin duda alguna, mi afición favorita es viajar con mi familia, haciendo escapadas por España y Europa”.
“Castilla y León apuesta por la industria”
En opinión de Ángel Rodríguez Lagunilla, presidente de Iveco España, “Castilla y León apuesta por la industria y trabaja para que tenga un peso importante en la economía de la región. Se están haciendo apuestas importantes en ese camino y hay que seguir buscando la competitividad del sector y la comunidad autónoma tiene que buscar las medidas para seguir siendo competitivos, por ejemplo, potenciando la formación”.
Para este ejecutivo, “es de suma importancia que las personas que estemos formando en este período sean en las competencias que vamos a necesitar en el futuro teniendo en cuenta los cambios, desde el punto de vista industrial, que va a haber en el futuro, en cuanto a procesos, productos y tecnologías. Tenemos que formar a los expertos según las competencias que necesitaremos. Es importante buscar ese camino”.
Para el desarrollo económico de Castilla y León, estima que es necesario que las administraciones públicas “ayuden a las empresas con inversiones que realmente tengan una rentabilidad y aporten valor y retorno a la región, así como apostar por las nuevas tecnologías del futuro”.
Calidad de vida de Valladolid
Pese a su apretada agenda y sus viajes, ahora reducidos por la pandemia, afirma con orgullo “que soy nacido en Valladolid, como toda mi familia, y además resido aquí. La calidad de vida que te ofrece Valladolid es indudable, sobre todo también por la comodidad en la gestión del tiempo, la cercanía y buenas conexiones con Madrid y otras ciudades, que para mí también es muy importante. Y además es un centro cultural muy rico, ya no sólo gastronómico, sino también de ocio y deportivo”.
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