Campofrío y los representantes de los trabajadores suscribieron este lunes el acuerdo para la puesta en marcha de la nueva fábrica de Burgos y facilitar el progresivo incremento de producción. En concreto, el convenio suscrito por la dirección de la empresa y los sindicatos de la planta Bureba se implementará desde el mismo día de su firma.
El objetivo es garantizar las mejores condiciones laborales en un contexto de arranque de operación para todos los empleados y alcanzar un “pacto satisfactorio” para ambas partes.
Campofrío explicó que el elemento más relevante del acuerdo, y eje de los compromisos adquiridos por la cárnica, es que a partir del próximo 16 de noviembre todos los trabajadores actualmente incluidos en el ERTE por el incendio de la anterior fábrica verán activados sus contratos laborales y percibirán su nómina independientemente de su incorporación efectiva a la fábrica, ya que en un primer momento no todas las zonas de la instalación estarán plenamente operativas.
Medidas de flexibilidad
Además, ambas partes han acordado adoptar una serie de medidas de flexibilidad para permitir el paulatino arranque de la Nueva Bureba hasta lograr que toda la producción se normalice. De esta forma, las medidas acordadas hacen referencia a los días de reducción y ampliación de jornada, el ajuste horario, el descanso retribuido, las vacaciones asignadas y el compromiso de productividad, entre otros.
Los operarios se irán incorporando de forma paulatina a sus puestos de trabajo, según las condiciones fijadas en el pacto, justo al cumplirse 2 años de la pérdida de la anterior fábrica. En los próximos meses, conforme las distintas áreas de la fábrica estén plenamente operativas, se producirá la progresiva incorporación de trabajadores al nuevo centro productivo.
Castilla y León Económica / Europa Press