Coface acaba de publicar un estudio en el que analiza el comportamiento de pago doméstico de las empresas chinas, elaborado con datos de 1.300 firmas del país asiático en el último trimestre de 2011. Del informe se extrae que el 90% de las compañías recurre a las transacciones a crédito, un 25% más que hace 4 años.
Los responsables del documento atribuyen esta evolución a la necesidad de hacer frente a la competencia (53% de las empresas) y una mayor confianza entre los socios comerciales (23,5% de los encuestados). Otras compañías, aunque en menor medida, se ven obligadas a ofrecer el crédito como forma de pago a causa de los problemas de liquidez de sus clientes (17% en 2011, frente al 25% en 2010).
Aunque las ventas a crédito están cada vez más generalizadas, el plazo de pago se redujo en 2011: casi el 75% de las transacciones se negocia a 60 días (o menos), lo que atenúa el riesgo, mientras que las transacciones a 90 días o más son cada vez más raras y se dan normalmente en contratos excepcionales.
Más demoras pero por menos tiempo
Una de las consecuencias lógicas de la venta a crédito es el aumento de los retrasos en los pagos por parte de los compradores locales. Esto supone en 2011 el 79% de las empresas, en comparación con el 67,4% en 2010.
No obstante, los retrasos de pago son por períodos más cortos: sólo el 10% excede los 90 días desde la fecha de vencimiento, y el 36,5% de las facturas se paga dentro de los 30 días siguientes a la fecha de vencimiento, cifra que ha mejorado sin interrupción desde 2008.
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