La mayoría de los directivos españoles ya trabaja con proyectos de implementación de Inteligencia Artificial (IA) en sus empresas y casi 2 tercios de ellos admiten que tienen previsto incrementar la inversión en esta tecnología. La irrupción de la IA en el tejido productivo español ha generado cambios radicales en la forma de operar de muchas empresas y, a tenor de lo que piensan muchos directivos consultados, este proceso no ha hecho más que empezar.
Se avecinan transformaciones sistémicas que van a alterar el status quo de la industria, las infraestructuras y los servicios en nuestro país, como está ocurriendo ya de hecho en la mayoría de los países. Son algunas de las principales conclusiones del primer Barómetro sobre la IA en España, elaborado por Siemens en colaboración con Atlas Tecnológico, la plataforma que engloba a 250 directivos y más de 500 empresas tecnológicas en un ecosistema de innovación para impulsar el desarrollo tecnológico en España.
Proyectos piloto
El 75% de los directivos consultados asegura haber iniciado la elaboración de una hoja de ruta, estar implantando y definiendo proyectos piloto o haber integrado ya la IA en toda la organización. El 61%, por su parte, tiene previsto incrementar la inversión en IA durante los próximos 3 años, lo que da una idea de la concienciación entorno a la disrupción que esta tecnología ya supone pero, sobre todo, va a suponer en los próximos años.
Las áreas de operaciones (24,5%) y la de tecnologías de la información (27%) son las que más cambios y transformaciones están experimentando como consecuencia de la irrupción de esta tecnología en la empresa, según las respuestas de los encuestados.
Oportunidades de negocio
Una amplia mayoría de los directivos de la industria y del sector de las infraestructuras están convencidos de que la IA abrirá nuevas oportunidades de negocio (86,7%), reducirá costes y ayudará a tomar mejores decisiones (93,6%) y optimizará los procesos gracias fundamentalmente al incremento de la productividad (40,8%).
En cuanto a las principales barreras que frenan la implantación de la IA entre las empresas españolas, destacan la ausencia de perfiles o formación adecuada (así lo afirma el 23,6% de los directivos) y, tras ellas, las dudas sobre los posibles retornos de la inversión o del gasto final a asumir (19,7%), así como la preocupación por la ciberseguridad o protección de datos (19,3%).
Cuestiones pendientes
Queda camino todavía por recorrer para que la IA vaya más allá de la acción puntual e impregne a toda la cultura de las organizaciones: el 58,8% de los directivos españoles consultados reconoce no contar todavía con un equipo responsable de su implementación; y un tercio considera que puede llevar a cabo ese proceso sin recurrir a un partner tecnológico.
Una de las principales conclusiones compartidas por la mayoría de los empresarios consultados es que lo que más distingue a la IA de las revoluciones tecnológicas anteriores es la velocidad a la que está transformando todo. Las leyes de escalado se hacen cada vez más perceptibles a medida que se invierte en computación. Pequeños cambios en los algoritmos con los que han sido desarrollados los modelos mejoran muy rápido las habilidades cognitivas de los sistemas de IA, que acaban siendo mejores que la labor humana en muchas actividades.
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