La economía de Castilla y León aumentó un 3,2% en el primer trimestre de 2025, con lo que consolida el ritmo de crecimiento del cuarto trimestre de 2024, impulsada por el sector servicios y por la inversión, sobre todo la venta de bienes de equipo, y lastrada por la agricultura, por el deterioro de las expectativas de la ganadería y por la caída de los precios que no va a acompañar a una cosecha que se espera relevante.
Según destacó Carlos Fernández Carriedo, consejero de Economía y Hacienda de la Junta, la economía de Castilla y León superó en 4 décimas el crecimiento nacional (2,8%) y aumentó el doble que los países del conjunto de la UE (1,4%) y casi el triple que en la Zona Euro (1,2%).
No obstante, el crecimiento económico de Castilla y León en los 3 primeros meses del año fue 3 décimas inferior a la media del año 2024, que concluyó con un repunte del 3,5%, tras el deterioro del ritmo de crecimiento en los últimos trimestres, tendencia que se prevé que se repita en 2025, cuando los mayores incrementos del PIB autonómico se darán en los primeros trimestres.
Fernández Carriedo reconoció que las expectativas eran “algo inferiores” y destacó el hecho de que 2025 haya comenzado bien y algo por encima de lo previsto, por lo que “la buena noticia” del primer trimestre, en el que se ha mantenido al ritmo de crecimiento de octubre, noviembre y diciembre, puede “elevar algo” la previsión inicial, de crecimiento de la economía en 2025 previsto inicialmente por la Junta en un 2%.
“Esto que llevamos por delante, computa sobre la media”, apostilló el consejero de Economía y Hacienda, que aclaró, no obstante, que hay factores que suponen “algún riesgo” para la evolución de la economía, como la evolución y la incertidumbre sobre el comercio internacional, el menor crecimiento de los países clientes de Castilla y León y el efecto de los aranceles, a lo que ha añadido la imagen “algo más negativa” que, a su juicio, está proyectando España.
En el caso concreto de los aranceles, apuntó que todavía es pronto para ver el impacto de estas medidas proteccionistas, si bien reconoció que hasta ahora no se ha producido un efecto negativo.
Sector servicios
El principal crecimiento de la economía de Castilla y León por el lado de la oferta se dio en el sector servicios, que subió un 4,3% en el primer trimestre, 5 décimas más que en el anterior, con un mayor crecimiento de las actividades de información y comunicaciones, las inmobiliarias y las profesionales, científicas y técnicas, y en menor medida el resto el resto.
También siguió creciendo el sector de la industria, que aumentó un 1,7% en el primer trimestre frente al decrecimiento del 0,2% del periodo anterior. No obstante, dentro de las ramas industriales, las manufactureras bajaron un 0,8% en el primer trimestre frente al crecimiento del 5% del anterior; mientras que el suministro de energía eléctrica registró un crecimiento en este trimestre en contraste con el descenso del precedente.
Por su parte, la construcción siguió creciendo aunque ralentizó 8 décimas el ritmo respecto al último trimestre de 2024 (2% frente a un 2,8%).
Agricultura y ganadería
Finalmente, el único descenso se registró en el sector primario, que cayó un 1,2% en los 3 primeros meses de 2025, cuando en el último trimestre de 2024 aumentó un 10,5%, donde creció en menor medida la producción agrícola y disminuyó de forma inferior la ganadera.
Fernández Carriedo explicó que los últimos datos disponibles de producción de cultivos de la campaña 2024-25 reflejan un crecimiento de la producción agrícola, aunque menor al registrado en la campaña anterior, mientras que en el sector ganadero se produjo un descenso de la producción inferior al del trimestre precedente.
Inversión
Por el lado de la demanda, destaca la aportación de la formación bruta de capital, la inversión, que repuntó un 4%, 2 décimas más que en el período precedente por la aceleración de la inversión en bienes de equipo y, en menor medida, de la de construcción.
El consejero hizo especial hincapié en que la inversión en bienes de equipo aumentó un 6,4% interanual, 1,4 puntos más que en el trimestre anterior (5%); mientras que la inversión en construcción creció un 2,2%, 8 décimas menos que en precedente.
Por su parte, el gasto en consumo final creció un 2,8% en el primer trimestre, 2 décimas menos que en el anterior (3%), por el menor aumento del gasto en consumo final de los hogares (3,1% frente al 3,3% del período precedente) y del gasto de las Administraciones Públicas (2,1% y 2,4%, respectivamente).
Mercados exteriores
En este caso, el sector exterior presentó una contribución neutra al crecimiento del PIB frente a un ligero descenso del 0,1% en el periodo anterior, con una desaceleración de las exportaciones totales (del 2,9% al 2,6% en este trimestre) y de las importaciones totales (del 2,8% al 2,4% en el primer trimestre).
Por último, el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, definidos como el número de horas trabajadas entre la jornada media realizada en puestos de trabajo a tiempo completo, creció un 3%, 8 décimas más que el anterior, con un mayor crecimiento en la industria y los servicios, un menor crecimiento en la construcción y un mayor descenso en el empleo del sector primario.
Castilla y León Económica / Europa Press