Hay empresarios que no tienen claro que van a serlo hasta que montan su negocio. Y ejecutivos que no son vocacionales. En el caso de Javier Macicior supo casi desde niño cuál sería su destino. Siempre vio en su padre, director general de una empresa en el País Vasco, un modelo a seguir. Por si fuera poco, 2 de sus hermanos son empresarios y 3 son ejecutivos. Así que puede decirse que la suerte estaba echada para este directivo que define su modelo de gestión como la de creador de equipos y talante negociador. No obstante, de niño, y antes de apostar por ser ejecutivo, confiesa que se sentía atraído por la enseñanza y decía que de mayor quería ser profesor.
El desembarco de Macicior como director general en la empresa burgalesa Kronospan en 2016 supuso el impulso definitivo para la implantación de la multinacional austriaca del sector de la madera en España. Tras un período convulso, el ejecutivo consiguió voltear –tras una fuerte inversión de 130 millones de euros- la tendencia hasta ese momento para incrementar la facturación desde los 146 millones a los 187 millones con los que cerró 2019.
Macicior, ingeniero técnico superior de Montes en la especialidad de Industrias Forestales de la promoción de 1991 por la Universidad Complutense de Madrid, ha vinculado toda su trayectoria profesional al sector de los transformados de la madera. Así, en 1992 inició su andadura laboral en Puertas Norma, donde forjaría su perfil directivo durante 17 años al pasar por diferentes puestos hasta alcanzar la dirección general en un período en el que la multinacional Jeld-Wen levantó en San Leonardo de Yagüe (Soria) la fábrica más moderna de Europa.
En 2008 llegó a la dirección general de Puertas Dimara, hasta 2016, fecha en que Kronospan la adquiere y, tras una crisis de 2 años por el cambio de políticas comerciales, al tercer año entró en beneficios y fue vendida al que hoy es el mayor grupo de puertas en España. De este modo, Macicior alcanzó el principal puesto ejecutivo en Kronospan.
Referentes
Sus principales referentes en la gestión, como él mismo señala, son precisamente los dueños de las 2s grandes multinacionales a las que ha vinculado su trayectoria profesional, como son Peter Kaindl, propietario de Kronospan; y Dan Malicki, presidente de Jeld-Wen.
Ante la pregunta de cuál ha sido su momento más complicado de su carrera empresarial, Macicior se remonta a épocas muy recientes: “El año 2019 fue muy duro por la caída de precios del tablero y la reducción de márgenes de la empresa. Y abril de 2020 fue difícil por la incertidumbre reinante ante la recuperación del mercado”, sostiene.
Los principales retos que afronta Macicior en la actualidad al frente de Kronospan en España son la “adaptación interna a todos los cambios tan rápidos que se están produciendo en esta etapa de Covid y al mercado tan cambiante. El ajuste de precios de materias primas, que han ido muy al alza en los últimos meses; y las nuevas tecnologías”.
Macicior es un amante de la bicicleta. Por eso, ha disfrutado con esta afición de Castilla y León, “un paraíso forestal”, en las 3 décadas de su vida que lleva viviendo en esta región. Su otra afición es su familia y pasar tiempo con los suyos. En 30 años en nuestra tierra ha establecido vínculos personales estrechos en forma de amistades. Recuerda con especial cariño, en su etapa en Puertas Norma, “las rutas en bici para acabar cenando en El Hachero, en Navaleno (Soria)”.
Viajar y observar
Como consejo para desarrollar un negocio en una economía globalizada y cada vez más tecnificada, señala lo siguiente: “viaja y observa”. Y apunta como clave rodearse de los mejores: “si puede ser, de gente mejor que uno mismo”.
Kronospan es una empresa familiar de origen austriaco con 120 años de historia, que se erige en el mayor fabricante de tableros aglomerados, fibra de madera y suelos laminados del mundo. Comenzó su actividad como una serrería y en la actualidad posee más de 40 fábricas en todo el planeta e invierte 1.000 millones de euros anuales en la modernización y ampliación de sus plantas, en la construcción de nuevas y en la adquisición de factorías ya existentes.
En España, la multinacional cuenta con 2 fábricas, ambas en la provincia burgalesa, la de tablero aglomerado y melamina de Burgos, cuyo origen data de 1966, que se ha convertido en la más moderna y eficiente de la Península Ibérica tras una inversión de 186 millones de euros; y la de Salas de los Infantes, de tablero MDF, puesta en marcha en 2008 y en la que Kronospan ha realizado una inversión de 40 millones de euros con lo que ha duplicado su capacidad hasta situarla en la más grande de este tipo en la Península.
Kronospan es también un gigante logístico. Prueba de ello es que cuenta con 4 terminales portuarias en Polonia, Rumanía, Dinamarca y España (Gandía); e incluso 4 barcos, cientos de camiones, terminales de contenedores y vagones de tren para transportar sus productos y cerrar el círculo de la cadena logística.
Más información en el número de mayo de la revista Castilla y León Económica
