El Parador Nacional de Turismo Antonio Pereira de Villafranca del Bierzo (León) inaugura mañana de forma oficial sus instalaciones reformadas y ampliadas. Tras una inversión de 6,9 millones de euros, el establecimiento dispone ahora de 12 nuevas habitaciones, salones con capacidad para 250 personas y 2 piscinas, una de ellas climatizada que podrá ser utilizada todo el año.
La reforma, que se prolongó por más de un año y medio, permite generar nuevas líneas de negocio gracias a la habilitación de un mayor número de estancias y una zona de relax que proporciona un valor añadido para el establecimiento. “La obra ha supuesto la creación de mayor riqueza y la generación de nuevos puestos de trabajo”, afirma Paradores.
Al acto está prevista la asistencia de Miguel Sebastián, ministro de Industria, Turismo y Comercio; junto con Juan Vicente Herrera, presidente de la Junta de Castilla y León; Miguel Martínez, presidente de Paradores; y Concepción López, alcaldesa de Villafranca del Bierzo.
Turismo de calidad
El Parador de Villafranca del Bierzo reabrió sus puertas, completamente renovado, el 1 de diciembre de 2010. El edificio del Parador está revestido con piedra y pizarra, al estilo de las construcciones de la zona y de la vecina Galicia. Desde las ventanas de sus 51 habitaciones se disponen “las mejores vistas” del noroeste de la comarca del Bierzo, del sur de los Ancares y del Valle de Vilela. Para el turismo congresual y otro tipo de eventos sociales dispone de un nuevo salón panelable con una superficie total aproximada de 280 metros cuadrados y la posibilidad de división en 2 salones de menor capacidad. El Parador está dotado de un nuevo aparcamiento con capacidad para 40 vehículos que contribuirá a la comodidad de la estancia. “Constituye un paradigma de las instalaciones sostenibles, proyectadas según conceptos avanzados de gasto energético, tales como la utilización de biomasa y paneles solares”, concluye Paradores.
Castilla y León Económica
En los momentos económico, social y laboral que está pasando el Pais, es una desvenguenza anunciar esta realidad. ¿Que político autorizó tales obras…. y para quien…?.
En estos momentos de austeridad, es un insulto despilfarrar tanto dinero, y luego decir al pueblo llano, “lo leereis pero no lo catareis”, pues lo hacemos para nosotros, y para nuestros amigos; ¡es una desverguenza!.