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Grupo Tejedor Lázaro, las claves de su resurgimiento

La compañía segoviana, que en 2012 estuvo a punto de desaparecer, prevé alcanzar una facturación de 145 millones en 2022
Carlos Tejedor Lázaro
Carlos Tejedor Lázaro, presidente del Grupo Tejedor Lázaro.

La reciente historia del Grupo Tejedor Lázaro, la compañía familiar segoviana que engloba Dibaq y Derwent, merece ser estudiada en todas las escuelas de negocio al tratarse de un caso de superación único en Castilla y León. Hagamos un poco de memoria: en 2012 esta empresa, que en la actualidad cuenta con más de 70 años de historia y está especializada en nutrición, salud y bienestar animal en mascotas y acuicultura, entre otras actividades, estuvo a punto de venderse por sólo un euro a otro holding debido a una fuerte crisis y un alto endeudamiento.

En el último momento, uno de los bancos implicados en la operación fue absorbido por otra entidad financiera que desautorizó la venta, lo que abocó a presentar el concurso de acreedores. Como recuerda Carlos Tejedor Lázaro, presidente ejecutivo de la compañía, “en aquel momento pensábamos que la empresa estaba sentenciada”. Pero en vez de tirar la toalla, y animados por el administrador concursal, decidieron seguir adelante con el apoyo de los accionistas familiares y de un núcleo duro de directivos y trabajadores.

Aplicando su máxima de “la pasión por el trabajo, el compromiso con la comunidad, creer en las personas y hacer las cosas con amor”, este empresario segoviano ha sido capaz, cual Ave Fénix, de relanzar el grupo, tal como reflejan los datos pues prevé cerrar 2022 con una facturación de 145 millones de euros, un 6% más que en el ejercicio anterior y el doble que hace 6 años; con una plantilla de 420 trabajadores.

¿Cuáles ha sido las claves para resucitar en un tiempo récord una compañía condenada a su desaparición? En primer lugar, afrontar la situación con una absoluta entrega, pues como recuerda su presidente ejecutivo “en la primera reunión que tuve con el equipo de incondicionales les dije que íbamos a ponernos las pinturas de guerra y que íbamos a conseguir el reto”. Un pronóstico que se cumplió, pues en 2013 se levantó el concurso de acreedores y la empresa empezó su galopante despegue. Es más, todavía no se han quitado las pinturas de guerra pues con ese mismo espíritu el equipo de profesionales afrontó con éxito las crisis del coronavirus y la actual del descontrolado aumento del precio de materias primas y costes energéticos, lo que les ha permitido mantener una trayectoria ascendente en esta convulsa época.

Nuevo plan estratégico

Y en segundo lugar, en 2012 se elaboró un nuevo plan estratégico centrado en 4 objetivos: poner el foco en la plantilla, los clientes y los stakeholders; elaborar productos premium y de alto valor añadido; apostar por la tecnología y la innovación en productos y procesos; y diversificar los mercados para no concentrar riesgos geográficos. Respecto a este último reto, en la actualidad el Grupo Tejedor Lázaro genera en su área internacional casi el 65% de su facturación al estar presente en 82 países de los cinco continentes, cuando en 2012 sólo exportaba a una docena, siendo sus principales plazas Europa y el arco mediterráneo.

El desarrollo de este plan estratégico conllevó una profunda reestructuración de una compañía que en la actualidad está integrada por 26 sociedades. Así, el Grupo Tejedor Lázaro abarca Dibaq Group y Derwent Group. Respecto a Dibaq, cuenta con tres fábricas en Fuentepelayo, localidad segoviana origen del holding, donde elabora numerosas referencias para peces de acuicultura tanto de agua salada como dulce, mascostas y otros animales; y 4 plantas en la República Checa, ubicadas en la localidad de Helvikovice, donde produce alimentos secos para perros y gatos, golosinas para mascotas y alimentos para caballos de competición e iniciadores de ganadería, con un enfoque natural. En este país de Europa Central adquirió en 2019 en Orlice, Letrogrado, muy cerca de sus fábricas, un complejo logístico e industrial, con plantas para alimentos de ganadería, de biomasa y fotovoltaica.

Derwent Group

Por su parte, Derwent Group, con sede en Santander, está compuesto por Derwent Trading, para la comercialización a nivel nacional e internacional de materias primas de alta calidad para la nutrición animal, sobre todo para mascotas y acuicultura, tanto para la compañía como para terceros; Derwent Nutrition, para la exportación de alimentos y snacks para mascotas y peces de acuicultura marina y continental, además de gestionar la internacionalización de esos productos y servicios; Derwent Engineering para desarrollar proyectos de ingeniería como granjas marinas y fábricas de nutrición animal con alta tecnología, para terceros y para uso propio; y Derwent Corporate para ofrecer al resto del holding servicios, crecimiento de las personas del grupo, marketing y comunicación corporativa (interna y externa) y RSC, este último denominado Compromiso y Pasión®.

Además, la empresa familiar segoviana es socia de Valenciana de Acuicultura, para la producción de anguilas, y de Fabatmar, con sede en Sueca (Valencia), para la distribución de pescado y marisco.

Con una producción prevista para el presente ejercicio de 133.000 toneladas, un 46% más que hace 6 años, el Grupo Tejedor Lázaro desarrolla una intensa actividad en I+D+i al mantener alianzas con centros tecnológicos, universidades, empresas del sector, CDTI y clientes, con innovaciones tanto en productos como en procesos. De hecho, en Chequia cuenta con la filial Derwent-Ditech para desarrollar sus propios extrusores y máquinas de fabricación “pues queremos ofrecer el mejor producto del mercado en el segmento de gama alta”, destaca el presidente ejecutivo de la compañía, cuya cifra de negocio procede en un 60% de los alimentos para mascotas, el 15% de la acuicultura y el 25% del resto de las actividades.

Nueva inversión

El holding, que en la actualidad acomete una inversión para levantar un almacén de refrigerado para la planta de alimentos húmedos en Fuentepelayo, también está centrado en la mejora de la eficiencia energética de sus fábricas, en la digitalización para convertirse en una Industria 4.0 y en el cuidado del medio ambiente, tal como avala la publicación de su primera Memoria de Sostenibilidad.

Otra de sus características es su implicación con la sociedad civil al estar presente en numerosas asociaciones empresariales, sociales, educativas y culturales. Como muestra de ese compromiso, Carlos Tejedor Lázaro ha sido presidente de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) y de la Cámara de Comercio de Segovia, entre otros cargos, y en la actualidad está integrado en las juntas directivas de la Federación Empresarial Segoviana (FES), de la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar (Acefam) y del Consejo Superior de Cámaras de Comercio.

Más información en el número de octubre de la revista Castilla y León Económica

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