Lourdes Gullón, presidenta de Galletas Gullón, pertenece a una estirpe de galleteros que hunde sus raíces a finales del siglo XIX. “Existe una larga tradición de más de 125 años de emprendimiento y empresariado en mi familia. Mis principales referentes han sido mi padre José Manuel Gullón y mi madre María Teresa Rodríguez (anterior presidenta de la compañía)”, apunta con orgullo, a la vez que recuerda que en el año 1983 su primogenitora “tenía 4 niños pequeños, dirigía con éxito Galletas Gullón y participó en la transformación de la empresa convirtiéndola en uno de los actores más relevantes del sector galletero. Ella, en aquella época, fue una visionaria apostando no sólo por la galleta saludable, sino por creer en la automatización de los procesos de producción y por la innovación e inversión en I+D+i, una de las señas de identidad de Galletas Gullón. Es ése precisamente nuestro modelo de gestión el que se centra en crear valor y responder a nuestro propósito”.
El acierto en las decisiones adoptadas a lo largo de su historia han convertido a esta emblemática galletera ubicada en Aguilar de Campoo (Palencia) en un gigante con una facturación de más de 400 millones en 2020, de los que el 30% procede de las exportaciones a más de 120 países y con filiales en Italia, Francia, Portugal, Reino Unido y EE UU; y una plantilla de más de 1.600 empleados.
Motor económico
Pero Gullón son mucho más que números. Es el motor económico y social del norte palentino y todo un ejemplo de cómo llenar de actividad la tristemente conocida como España vaciada, el mundo rural con una despoblación galopante en Castilla y León.
En la actualidad, los principales retos que afronta la compañía “son la atracción de talento y continuar creando empleo en la Montaña Palentina, afectada por la problemática de la despoblación. De hecho, uno de nuestros objetivos es aumentar la plantilla de empleados y para ello necesitamos alinear esfuerzos con las administraciones públicas y aprovechar la oportunidad que representan los fondos de cohesión europeos para impulsar y ayudarnos a conseguir estos objetivos”, explica la empresaria.
Momento complicado
Lourdes Gullón lleva ligada al Consejo de Administración de la histórica empresa familiar desde hace más de una década, durante la cual ha trabajado mano a mano con Juan Miguel Martínez Gabaldón, consejero delegado, y con su madre, a quien sucedió en junio de 2019 en la Presidencia. Desde entonces, le ha tocado vivir la urgencia sanitaria más importante de los últimos 100 años desde la perspectiva empresarial. De hecho, considera 2020 “el momento más complicado, en el que todos hemos afrontado el reto que nos ha supuesto la pandemia. Gracias al Plan de Contingencia que pusimos en marcha conseguimos salvaguardar la salud de nuestros empleados y aislar a la industria del coronavirus para garantizar el abastecimiento de alimentos de la población”. Y añade con satisfacción: “durante el pasado ejercicio Galletas Gullón ha ofrecido su cara más solidaria donando más de 75 toneladas de alimentos para atajar la urgencia social provocada por el Covid-19”.
Alianzas
Considerada recientemente para el TOP 100 Mujeres Líderes que organiza la publicación Mujeres&Cía y reconocida por el think tank Mesías-Inteligencia Marca España como una de las empresarias que más confianza suscita entre más de 1.000 directivos y empresarios españoles, Lourdes aconseja a la clase empresarial “establecer alianzas con el tejido local basadas en la confianza mutua con proveedores, con empleados, con clientes y con las administraciones públicas para cimentar un desarrollo y expansión internacional. La globalización nos exige que tengamos cada día más en cuenta las relaciones de confianza para dirigir e impulsar nuestro modelo de negocio”.
Reconoce que de niña “soñaba con ser maestra, valoro mucho la labor de los profesores y profesoras, especialmente en las áreas rurales donde ejercen una función clave en la socialización y en la fijación de la población en las zonas más afectadas por la despoblación”. En una comarca de bellos paisajes, no es de extrañar que las aficiones de la presidenta de Galletas Gullón sean “el senderismo, los paseos en bicicleta con mi familia, disfrutar de la montaña, de sus gentes y del entorno. Son esos valores y ese amor a la naturaleza los que quiero transmitir a mi hijo, que crezca apreciando el respeto por lo que nos rodea”.
Atraer y retener talento
Para acelerar el crecimiento económico en la era post-Covid, la presidenta de Galletas Gullón considera necesario que Castilla y León confíe en “las industrias punteras a nivel nacional e internacional, como lo es el sector agroalimentario, y posicionarse como un eje de atracción y retención de talento”.
Lo dice alguien que mantiene una fuerte relación con la tierra que la vio nacer: “los vínculos de mi familia se remontan a la fundación de la compañía de Galletas Gullón en Aguilar de Campoo. Lo cierto es que me siento estrechamente ligada a la comarca de la Montaña Palentina y creo que vivir en Castilla y León me da una sensibilidad especial al cuidado de las personas y de la tierra; es por eso que en nuestra empresa cuidamos a las personas y a nuestro entorno a través de políticas de sostenibilidad centradas en el respeto al medio ambiente”.
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