Tomás Villanueva, vicepresidente segundo de la Junta y consejero de Economía y Empleo, instó a los empresarios de Castilla y León, en particular, y a la sociedad castellana y leonesa, en general, a invertir en el proyecto de Caja España-Duero por considerar que se trata de “un buen proyecto que, entre todos, se puede hacer muy grande y muy solvente”.
Villanueva insistió en su llamamiento a los empresarios de la comunidad autónoma para que se dirijan a la entidad fusionada, que reúne el 70% de los recursos financieros de la región, y ofrezcan capital privado para fortalecer así el proyecto financiero de Castilla y León, con independencia de que se culmine una alianza con otra entidad financiera del país “que nos complemente para desarrollar un gran proyecto nacional”.
El consejero de Economía se mostró convencido de que todavía hay posibilidades de hacer “más sólido y más solvente” el proyecto de Caja España-Duero, una entidad “atractiva” que, según opina, soluciona el crecimiento de otras cajas por la vía de la capitalización. Según explicó el vicepresidente segundo de la Junta, esa solvencia ha hecho que la entidad fusionada castellana y leonesa haya sido llamada a muchas operaciones y aseguró que, además de los contactos conocidos con Mare Nostrum y con Unicaja, ha habido otras negociaciones.
Unicaja, la propuesta “más solvente”
Respecto a las conversaciones concretas con Unicaja, Villanueva se mostró convencido de que se trata de una gran entidad, “la más solvente” a nivel nacional, y afirmó que si los deseos de Caja España-Duero van en esa dirección la Junta de Castilla y León lo verá “muy positivamente”.
Dicho esto, recordó que la operación no está cerrada ya que falta lo más importante, la decisión de ambas partes de suscribir una alianza. En este contexto,apostó por dejar trabajar a los dirigentes de Caja España-Duero, con Evaristo del Canto a la cabeza, para que sus gestores tomen libremente la decisión que les parezca oportuna, sin descartar la salida al mercado de valores o esas aportaciones de capital privado, “que van en buena línea”.
El vicepresidente de asuntos económicos en el Gobierno de Castilla y León aprovechó la ocasión para cargar contra el regulador, al que acusó de “sucesivas improvisaciones” y de “cambios muy sustanciales” en el tiempo cuando hace 3 años y medio tendría que haber definido una estrategia para el sector financiero del país con objetivos “claros” y con transparencia.
A su juicio, Caja España-Duero tenía “perfectamente planificado y orientado” un plan de negocio a 5 años que no se ha podido desarrollar por el “cambio radical de rumbo” impuesto por el Banco de España, al subir el core capital del 8% al 10%, lo que ha obligado a la entidad fusionada a buscar alianzas antes de acudir al dinero público.
Europa Press
