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20 horas en Tánger

Por: Eduardo Estévez
Terminal de pasajeros del Puerto de Tánger (Marruecos).
Terminal de pasajeros del Puerto de Tánger (Marruecos).

Antes de las Navidades, tuve la oportunidad de ir a Tánger para visitar su zona franca y el puerto. No lo conocía. En el avión pensaba en cómo sería aquello, en cómo estaría organizado y cómo funcionaban los temas empresariales en Marruecos.

Varias empresas de Castilla y León están implantadas allí. Antolín y Europac en Tánger, por ejemplo; y Priasa o Helios muy cerca, entre algunas. Por tanto, mis expectativas eran buenas, pero no tanto como lo que me encontré allí. De la mano de María Helena Antolín fui presentado a Mehdi Tazi Riffi, director de la zona franca de Tánger, y tuve la oportunidad de visitar esta impresionante área empresarial.

Ventajas

Con un montón de ventajas fiscales, laborales y económicas, cualquier empresa que decida instalarse ahí puede ver complementada su actividad económica en un lugar muy apropiado para sus inversiones. Para empezar, el Gobierno marroquí llega a ofrecer una ayuda hasta del 30% del total de la inversión; además, la empresa está exenta del pago de impuestos, eso sí con la condición de que debe exportar al menos el 80% de su producto.

Si añadimos la ventaja natural de la cercanía de Tánger a Europa (14 kilómetros) y del moderno puerto en el que aún siguen invirtiendo los marroquíes, tenemos un buen cocktail para que, al menos, las empresas que estén pensando en internacionalizarse tengan en cuenta Tánger como una opción más que razonable.

Marruecos no es sólo mano de obra barata, tal y como piensan la mayoría de los europeos; es mucho más que eso. Gozan de excelentes profesionales en gestión y técnicos muy cualificados, casi todos ellos formados en el extranjero y con varios idiomas. Tuve la oportunidad de comprobarlo visitando de la mano de María Helena Antolín las dos fábricas del Grupo Antolín en la zona, donde trabajan cerca de 500 personas y que me pareció un ejemplo de organización en todos los sentidos: a nivel tecnológico, a nivel de producción y a nivel de personas. En suma, Tánger es un punto a valorar para el desarrollo internacional de nuestras compañías y animo a explorarlo.

1 comentario

  1. Lo que está claro es que te ha impresionado más esta visita a Tánger que tu pseudo encuentro con Merkel (según un reciente artículo tuyo). No sólo por el tiempo dedicado (una tarde frente a 20 horas) sino por tus elogios en este artículo a esa tierra y sus posibilidades

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