Azucarera sopla nada menos que 120 velas convertida en un gran grupo empresarial que en el último ejercicio alcanzó una cifra de negocio de casi 442 millones de euros y una plantilla de 600 trabajadores fijos y cerca de un millar en época de campaña remolachera.
Además, en la compañía subrayan que cada empleo generado supone la creación o el mantenimiento de una decena de puestos de trabajo en sectores auxiliares, como transporte, empresas de montaje y mantenimiento o industrias de productos y servicios agrícolas.
Castilla y León, papel protagonista
Castilla y León juega un papel protagonista en el entramado empresarial de Azucarera, ya que en nuestra comunidad autónoma concentra 3 de sus 4 fábricas en España, en concreto situadas en La Bañeza (León), Miranda de Ebro (Burgos) y Toro (Zamora), que reciben remolacha de Castilla y León, La Rioja, País Vasco, Navarra y Huesca (Aragón). La cuarta factoría se ubica en Jerez de la Frontera (Cádiz). Pero es que además posee una planta de especialidades líquidas en Toro y 2 centros de envasado uno en Jerez de la Frontera y otro en Benavente (Zamora), este último es uno de los más punteros de Europa y desde donde se expiden anualmente más de 87.000 toneladas de azúcar además de a toda España, a Portugal, Francia, Grecia y Reino Unido.
Azucarera apuesta “por la calidad y el servicio a sus clientes, con la innovación, la investigación y las nuevas tecnologías con un sentido eminentemente práctico, que contribuye a la prosperidad del medio rural, al convertirse en motor económico y generador de empleo en aquellas zonas en las que se asienta”, detalla Juan Luis Rivero, consejero delegado de Azucarera.
Mejorar el medio natural
El ejecutivo enfatiza que, desde hace décadas, la compañía trabaja “para mejorar el medio natural”, con el objetivo de reducir en un 30% tanto el consumo de agua como las emisiones de dióxido de carbono. Además, ya supera el 99% de reciclabilidad. La gestión de Azucarera se centra en el aprovechamiento total de las materias primas, la optimización en el uso de éstas y la apuesta por un modelo de economía circular en el que todo residuo se convierte en recurso.
Azucarera ha incrementado esta campaña un 70% la superficie de remolacha sembrada en el norte, superando así las 17.300 hectáreas. La provincia de León ha sido la que mayor crecimiento ha experimentado en cuanto a superficie sembrada de remolacha. Los agricultores leoneses han vuelto a apostar por la remolacha como uno de los cultivos más rentables, seguros y cómodos, superando las 7.500 hectáreas sembradas, lo que supone un crecimiento de un 85% respecto a la campaña pasada.
El año de la remolacha
Se confirma que este año es el de la remolacha, como así lo reflejan los datos de siembra de este cultivo con Azucarera, al crecer la superficie en todas las áreas de influencia de cada una de las fábricas que la compañía tiene en Castilla y León. Así, en la zona de Toro, la superficie de remolacha se ha incrementado un 72%, alcanzando las 6.300 hectáreas, y en la de Miranda de Ebro, un 45%, superando las 3.600 hectáreas.
Cabe destacar el crecimiento experimentado por Huesca, donde el crecimiento de superficie de remolacha ha sido de un 60%, superando las 400 hectáreas. Tras el éxito de la campaña pasada, los agricultores de la zona de Monzón (Huesca) han vuelto a apostar por este cultivo que se transporta por ferrocarril hasta la fábrica de Miranda de Ebro, sin que ello suponga incremento alguno de la huella de carbono del transporte en largas distancias.
Si algo caracteriza a Azucarera es la mejora continua, la evolución constante y la atención de la demanda del cliente y, en definitiva, del consumidor último. Por eso cuenta con una amplia gama de azúcares que abarcan desde el tradicional y más común azúcar blanco, al cada vez más solicitado azúcar moreno, la panela o especialidades más exóticas como Moka, Java o Azúcar de Flor de Coco, así como Sirope de Ágave o azúcares especiales para repostería. También cuenta con azúcar de caña de cultivo ecológico.
Los orígenes
Fue en 1903 cuando un importante grueso de los fabricantes españoles de azúcar se unieron para crear la Sociedad General Azucarera de España formada por 46 de las 57 fábricas del país y controlando el 98% de la producción de azúcar en España. Con la aparición de nuevas empresas se frena la expansión de la sociedad y a medida que avanza el siglo XX aparecen en el mercado nuevos competidores. Solamente entre 1882 y 1960 se pusieron en funcionamiento en España un total de 91 plantas azucareras.
La década de los 80 se caracterizó por la adaptación de la industria a la Unión Europea. Cierran las fábricas que no son rentables y solo las más modernas permanecen activas. Continúan, entonces, su actividad las 3 empresas más punteras: Azucarera del Ebro, la Compañía de Industrias Agrícolas y la Sociedad General Azucarera de España. Pero la llegada del Mercado Común en 1986 hace que se tengan que disminuir las hectáreas de cultivo de remolacha, obligando así a cerrar fábricas. Fue en este momento cuando tanto en Europa como en España comenzó el declive del azúcar de remolacha.
Fusiones
Esta situación lleva a las grandes empresas europeas a fusionarse. En España se unen Azucarera del Ebro con la Compañía de Industrias Agrícolas, naciendo en 1990 Azucarera Ebro Agrícolas Compañía de Alimentación, que, 7 años después, se fusiona con la Sociedad General Azucarera de España dando origen a Azucarera Ebro Agrícolas y constituyendo así el primer grupo agroalimentario español y el quinto azucarero en Europa. En 2009, Ebro Puleva, propietaria del 100% de Azucarera Ebro, vende esta última a Associated British Foods y pasa a denominarse Azucarera Iberia.
Más información en el número de septiembre de la revista Castilla y León Económica
