El colectivo de autónomos en Castilla y León registró 155 accidentes leves entre los meses de enero y abril de 2011, es decir el 98,7% del total, que se elevó a 157, tal y como ha publicado la Dirección General de Trabajo y Prevención de Riesgos Laborales de la Junta, que por vez primera ha incluido sus datos en la estadística de la siniestralidad laboral.
Dada la inexistencia de registros de años anteriores no es posible establecer una comparativa para conocer el grado de sensibilización de los autoempleados en esta materia, circunstancia que evidencia que hasta este momento no se les ha tenido en cuenta, a pesar de su gran importancia en el tejido empresarial de la región, compuesto principalmente por pequeños empresarios, según critican, a través de un comunicado, la Confederación de Empresarios de Castilla y León (Cecale) y la Federación regional de Autónomos (Feacyl).
Este último colectivo recuerda que no han sido pocas las iniciativas que con su colaboración se han puesto en marcha para sensibilizar en esta materia a los trabajadores que regentan su propio negocio, actuaciones que no han sido en vano, ya que en su práctica mayoría -155 del total-, los accidentes sufridos por autónomos (98,7%) fueron leves, lo que demuestra un alto grado concienciación, mientras que de los restantes hasta el total de 157, uno fue grave y otro mortal.
Siniestralidad a la baja
Por otro lado, y atendiendo a las líneas generales, se mantiene la tendencia de los 2 últimos años y la siniestralidad laboral sigue disminuyendo. En concreto, el número de accidentes de trabajo en Castilla y León bajó nuevamente entre enero y abril de 2011 respecto al mismo tramo del año anterior, con una caída del 13%, lo que supone un descenso de 1.303 accidentes de trabajo con baja en jornada laboral, según las mismas fuentes del Gobierno regional.
El dato es todavía más significativo si se tiene en cuenta que el grueso de la disminución se produce precisamente en los accidentes mortales traumáticos, es decir, los sucedidos en el ámbito de la responsabilidad del empresario. Por nivel de gravedad, del total de accidentes registrados durante el período de referencia, 8.604 (98,93% del total) fueron leves, 83 graves y 10 tuvieron consecuencias mortales. Estas cifras se traducen en 1.276 accidentes menos de carácter leve (12,91%), 16 accidentes graves menos (16,16%) y 11 accidentes mortales menos (52,38%).
A la vista de las cifras, Cecale destaca que teniendo en cuenta el índice de incidencia, que pone en relación el número de accidentes con el número de trabajadores expuestos -por lo que da igual que el dato de ocupados suba o baje-, es evidente una disminución constante de los accidentes durante todo el año. Esta circunstancia contradice tanto la postura sindical como la de la Administración regional, que defiende que esta reducción no obedece a ningún esfuerzo empresarial, sino a la merma de ocupados en el mercado laboral.
Además, Cecale insiste en que dentro de los accidentes mortales se incluyen también, aun cuando se desconocen las causas o circunstancias en las que ocurren, los que no tienen lugar en el ámbito de la responsabilidad del empresario, como por ejemplo los producidos por la imprudencia del trabajador, por procesos no traumáticos como infartos o los relacionados con el tráfico.
Castilla y León Económica
