El Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León presentó y aprobó por unanimidad este lunes su informe anual, un diagnóstico “compartido por los agentes sociales y las organizaciones de la sociedad civil con los datos más amplios y relevantes” sobre la comunidad autónoma de Castilla y León en 2016. Con este informe el CES ofrece, por una parte, una visión de conjunto que permite llegar a conclusiones generales sobre la situación económica, laboral y social de Castilla y León, y por otra, ofrecer recomendaciones fundadas y consensuadas que puedan ser útiles para desarrollar políticas públicas que mejoren la situación analizada.
Según este organismo, actualmente “estamos en un momento de reajuste global y tenemos que ser proactivos para evitar que los desequilibrios se cronifiquen y la desigualdad se incremente”. De este informe se extrae que la economía de Castilla y León creció en 2016 a un ritmo del 3,3%, 1 décima más que la nacional. Sin embargo, este dinamismo económico de la comunidad autónoma “no se trasladó en la misma medida al empleo” (2,8%).
En los indicadores de los costes laborales y salariales se constata el mantenimiento de un nivel inferior a la media nacional ya que gran parte del actual diferencial de los salarios entre nuestra región y la media nacional se puede explicar por la menor productividad regional. Por ello, es “imprescindible” conseguir un incremento de la productividad que conduzca a una disminución análoga del diferencial salarial, posibilitando un reparto más equitativo de los resultados del desarrollo económico, según el CES.
Modelo de tejido empresarial
En este contexto, el CES recomienda poner el foco de atención en el modelo de tejido empresarial, impulsando una competitividad más orientada hacia una producción industrial y de servicios de mayor valor añadido, para el impulso de la productividad y el empleo de calidad. En opinión del CES, Castilla y León necesita una reconducción de su modelo productivo. La creación de empleo debe estar liderada por los sectores de mayor productividad y valor añadido y de mayores efectos de arrastre sobre otras actividades tales como la industria y los servicios de alta cualificación.
Además, consideran que la formación es uno de los elementos clave para la reorientación de nuestro modelo productivo. Asimismo, para el CES el incremento de los niveles de desigualdad es el mayor de los riesgos a los que se enfrenta el progreso económico y no puede convertirse en un problema estructural, ya que supone “cronificar los escenarios de crisis”. Asimismo, el CES recomienda avanzar en el modelo de Diálogo Social, como instrumento para la formación de consensos .
Sectores
En lo relativo al sector de la agricultura, el Consejo considera que es necesario seguir completando el desarrollo normativo de la ley agraria, ya que “fijan población y dan estabilidad al territorio”. Ante la actual sequía el CES recomienda que se concreten a la mayor brevedad posible las medidas de apoyo, de forma integral y coordinada, con la configuración un Plan de Rescate, que se dirija con “preferencia a los agricultores profesionales”, sin descartar ningún tipo de medida, para que se garantice la liquidez en el sector.
Por su parte, el CES considera que la industria debe ser la clave de un crecimiento estable, ya que es el sector que “más solidez proporciona al conjunto de la economía y el que mejor contribuye a la creación de empleo cualificado y de calidad”, convirtiéndose en factor de cohesión territorial y social. Para el CES el crecimiento del tejido industrial, el tamaño de las industrias y el tipo de industria es imprescindible para el futuro de la economía regional, para que el peso de la industria manufacturera represente el 20% del PIB regional y que en la industria ganen peso las nuevas tecnologías, y, por ello, recomienda tomar medidas proactivas para evitar deslocalizaciones de empresas.
Ámbito laboral
Según este informe, en 2016, al igual que en los 2 años precedentes, de nuevo se creó empleo, tanto en Castilla y León (25.900 empleos netos, un 2,8% más) como en el conjunto nacional (incremento del 2,7%), tras 6 años de destrucción de empleo (durante el 2008-13). A pesar de llevar 3 años de crecimiento económico existe una cifra de 117.000 personas ocupadas menos que en 2007, una “tasa de paro aún muy elevada” (16%) y un sistema de protección del “desempleo insuficiente”. Además, el nuevo empleo que se está generando es en buena parte de baja calidad.
En el último trienio se recuperó el 29% del empleo destruido en Castilla y León. Además, el 90% del empleo asalariado generado en nuestra región en este período es temporal. A esta eventualidad de los nuevos empleos hay que añadirle la parcialidad, que en Castilla y León es del 17% (en el año 2012 era del 12%).
Además, desde el CES, consideran que hay que “seguir potenciando” la Formación Profesional Dual como modalidad ideal para, tras finalizar el componente educativo de las prácticas remuneradas a través del contrato de formación y aprendizaje, cubrir una franja de trabajos, primordialmente de carácter técnico, que en muchos casos se cubren con personas sobrecualificadas para el puesto.
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