La Audiencia Nacional ha admitido la personación de los administradores concursales de Clesa e Hibramer como acusaciones particulares en la causa penal abierta contra la familia Ruiz-Mateos por presuntos delitos de estafa e insolvencia punible, según informan fuentes jurídicas.
De esta forma, los actuales gestores de ambas empresas del grupo Nueva Rumasa se suman a las 23 acusaciones particulares presentes en la causa, en representación de más de 300 inversores en pagarés del holding, y a la Fiscalía Anticorrupción en su petición de responsabilidades penales contra los Ruiz-Mateos.
El Juzgado Mercantil número 6 de Madrid y el Juzgado Mercantil número 1 de Valladolid ya apartaron a los Ruiz-Mateos de la gestión de Clesa e Hibramer, respectivamente, dentro de los procesos concursales.
Pasivo de 400 millones
Clesa, fabricante de lácteos, cuenta con un pasivo directo de 293 millones y otros 766 millones de “riesgos indirectos”, según el informe concursal. Hasta que los Ruiz-Mateos fueron apartados de la gestión, el administrador único de la empresa de lácteos era Álvaro Ruiz-Mateos y el 100% de las participaciones eran propiedad de la sociedad Alinda Finance, radicada en las Antillas holandesas.
Hibramer, empresa de ovoproductos, cuenta con un pasivo de casi 100 millones de euros y su propietaria era la sociedad Trindal Investment, radicada en Belice. El pasado mes de marzo, 6 días antes de presentar el concurso, los Ruiz-Mateos nombraron al sobrino del patriarca Zoilo Pazos administrador único de la empresa.
Europa Press / Castilla y León Económica