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Mercedes-Benz GLC 300e, híbrido enchufable con óptima autonomía eléctrica

Por: Santiago de Garnica
Mercedes-Benz GLC 300e.
Mercedes-Benz GLC 300e.

El nuevo Mercedes-Benz GLC está disponible en las versiones gasolina 200 (204 CV) y 300 (258 CV); en las diésel 220d (197 CV) y 300d (269 CV); y en 2 variantes híbridas enchufables con 313 CV (GLC 300 e; con motor de gasolina) y 333 CV (GLC 300 de; con motor diésel).

Hemos probado el híbrido enchufable de gasolina. Tanto en la forma como en fondo, el GLC PHEV impresiona, en primer lugar por tamaño, con sus 4,71 metros de largo. Pero la ficha técnica no se queda fuera, y no hablamos sólo de sus 313 CV, fruto de la unión entre un motor turbo de gasolina de 4 cilindros y un gran motor eléctrico de 100 kW (es decir, 136 CV) integrado en el cambio automático de 9 velocidades.

El punto más llamativo es su batería. Con una capacidad bruta de 31,2 kWh, la batería de iones de litio es aquí más generosa que la de algunos coches urbanos 100% eléctricos. Logra así hacer 100 kilómetros en modo 100% eléctrico en el ciclo de homologación WLTP.

A esto se suma un comportamiento muy dinámico, pues impresiona especialmente en aceleración, y adelantar se convierte en una simple formalidad gracias a su par de 550 Nm (5 segundos de 80 a 120 km/h).

Consumo de gasolina

Como esperábamos, nuestras medidas confirman el lado oculto de este plug-in que, al igual que sus homólogos, exige sus cuotas de gasolina una vez que se le agota la batería, pues grava bastante el peso del coche. Así, se trata de una media de al menos 9 litros a los 100 kilómetros. Pero este híbrido enchufable está más bien dirigido a conductores que jugarán con esta tecnología PHEV enchufándose con la mayor frecuencia posible. Así, la autonomía eléctrica permite afrontar la vida cotidiana sin consumir un sólo litro de gasolina. Además, si este GLC PHEV no es el SUV más ágil del mercado, el compromiso confort/manejo es excelente. Preciso y seguro de conducir -y aún más con la ayuda de la opción de las ruedas posteriores directrices-, este GLC es un regalo al volante.

Un inconveniente es que la respuesta del pedal del freno todavía no es óptima, con la sensación de falta de agarre al inicio de la carrera, lo que dificulta las dosificaciones. Lo compensamos jugando con la fuerza de la frenada regenerativa o dejando que la máquina haga lo suyo con el modo Auto.

Las versiones híbridas enchufables del Mercedes GLC convencen por su conducción 100% eléctrica. Con su autonomía de más de 100 km, su velocidad de carga rápida y su habitáculo bien insonorizado, combinan estas cualidades. Evidentemente, tener una batería tan grande permite aumentar la versatilidad de un híbrido de este tipo, pero la parte negativa es que esta enorme batería de 31,2 kWh incremente notablemente el peso y reduce el maletero. Y, para terminar, una buena noticia: desde enero de 2024, Mercedes-Benz reduce el precio de los GLC híbridos enchufables.

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